CÓMO CITAR FUENTES ELECTRÓNICAS

Normas para sitios web y bases digitales

En la era digital, donde el conocimiento circula a velocidades vertiginosas y las fuentes electrónicas proliferan, citar correctamente no es solo una formalidad académica: es un acto de honestidad intelectual, una herramienta de precisión y, en muchos casos, una garantía de credibilidad. Para los estudiantes de grado, la correcta citación de sitios web y bases digitales es un paso esencial en la construcción de una tesis rigurosa, que no solo demuestre dominio del tema, sino que también respete las normas éticas y técnicas del quehacer académico.

 

I. ¿Por qué es importante citar correctamente fuentes electrónicas?

Imagina que estás escribiendo tu tesis como quien construye una casa. Cada afirmación, cada dato, es un ladrillo. Pero para que esa casa sea sólida, cada ladrillo debe estar bien colocado y respaldado. Las fuentes electrónicas, como artículos en línea, bases de datos académicas o documentos institucionales, son materiales de construcción. Si estos materiales son defectuosos o mal ubicados, la estructura completa se debilita.

Citar correctamente tiene al menos tres funciones esenciales:

1.   Dar crédito al autor original: Reconocer el trabajo previo es una forma de respeto y legitimación del conocimiento.

2.   Evitar el plagio: Reproducir ideas ajenas sin citarlas es una falta grave que puede invalidar una tesis.

3.   Permitir la verificación: El lector debe poder rastrear las fuentes para evaluar la calidad y actualidad de la información.

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II. Tipos de fuentes electrónicas: ¿qué se puede citar?

Las fuentes electrónicas abarcan un amplio espectro. Algunas de las más comunes en trabajos de tesis son:

·         Sitios web institucionales (ministerios, universidades, ONGs reconocidas).

·         Bases de datos académicas (Scielo, Redalyc, JSTOR, Dialnet).

·         Artículos científicos en revistas digitales.

·         Libros electrónicos.

·         Tesis y disertaciones almacenadas en repositorios universitarios.

·         Informes técnicos y documentos oficiales.

·         Publicaciones de organismos internacionales (OMS, ONU, CEPAL).

No todo lo que está en internet es citable. Se debe evitar:

·         Blogs personales sin respaldo académico.

·         Foros y páginas sin autor identificable.

·         Sitios con información no verificable o de dudosa procedencia.

Consejo útil: Evalúa siempre la autoridad del sitio, la fecha de actualización y la claridad en la presentación de la información.

 

III. Normas más utilizadas para citar fuentes electrónicas

1. Normas APA (7ª edición)

Las normas APA son ampliamente utilizadas en ciencias sociales y de la conducta. Para citar una fuente electrónica, se considera:

·         Autor. (Año). Título del documento. Fuente. URL

Ejemplo:

Organización Mundial de la Salud. (2023). Informe mundial sobre la salud mental. https://www.who.int/publications/i/item/9789240063972

Si no hay autor, se inicia con el título. Si no hay fecha, se coloca "s.f." (sin fecha).

Ejemplo sin autor:

La situación del agua potable en América Latina. (2022). https://www.agua-latina.org/articulo123

2. Normas MLA (9ª edición)

Usada comúnmente en humanidades, la MLA enfatiza el nombre del autor y el título de la obra:

·         Apellido, Nombre. Título del sitio web. Nombre del sitio, Fecha de publicación, URL.

Ejemplo:

Pérez, Lucía. Economía circular y desarrollo local. Fundación EcoInnovar, 12 marzo 2022, https://ecoinnovar.org/economia-circular.pdf

3. Normas ISO 690

Esta norma internacional es menos común, pero muy precisa. El formato básico es:

·         AUTOR(ES). Título [en línea]. Edición. Lugar de publicación: Editorial, año [consulta: fecha]. Disponible en: URL

Ejemplo:

CEPAL. Panorama social de América Latina 2022 [en línea]. Santiago de Chile: Naciones Unidas, 2022 [consulta: 20 de abril de 2025]. Disponible en: https://www.cepal.org/es/publicaciones

 

IV. Cómo seleccionar fuentes electrónicas relevantes y confiables

Una buena tesis no solo se basa en muchas fuentes, sino en las fuentes adecuadas. Aquí entra en juego la curaduría informativa: un proceso activo de selección y evaluación.

Criterios para evaluar una fuente electrónica:

1.   Autoridad: ¿Quién es el autor? ¿Tiene formación o experiencia en el tema?

2.   Actualidad: ¿Cuándo fue publicada o actualizada la información?

3.   Objetividad: ¿El contenido es imparcial o refleja una opinión personal?

4.   Cobertura: ¿La información es amplia y profunda o superficial?

5.   Verificabilidad: ¿Se puede contrastar con otras fuentes?

Analogía útil: Elegir una fuente es como escoger un testigo en un juicio: debe ser confiable, con conocimiento del hecho y sin conflicto de interés.

 

V. Errores comunes al citar fuentes electrónicas

1.   Copiar solo la URL sin contexto: La cita debe incluir autor, título y fecha, no solo el enlace.

2.   Citar páginas de acceso restringido sin aclararlo: Si la fuente está protegida (como algunas bases de datos), se debe especificar.

3.   Usar fuentes no académicas sin justificación: Solo deben incluirse si aportan una perspectiva única y se contextualizan adecuadamente.

4.   No verificar la vigencia de los enlaces: Los enlaces deben estar activos y funcionales al momento de entregar el trabajo.

 

VI. Herramientas útiles para citar correctamente

·         Gestores bibliográficos como Zotero, Mendeley o EndNote permiten organizar las fuentes y generar citas en distintos estilos automáticamente.

·         Verificadores de enlaces como BrokenLinkCheck ayudan a asegurarse de que las URLs estén activas.

·         Repositorios académicos como Google Scholar, Redalyc, Scielo o Dialnet facilitan el acceso a fuentes confiables y citables.

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VII. Reflexión final: citar es narrar con responsabilidad

Citar correctamente no es una tarea mecánica: es una declaración ética. Cuando citas con rigor, estás diciendo al lector: “Este dato no me lo inventé, proviene de una fuente sólida, y aquí te la muestro para que la examines tú también”.

En el contexto de una tesis, esto se vuelve aún más relevante. Cada cita correcta es un paso más hacia la consolidación de una voz académica propia, fundamentada y confiable. Aprender a citar bien no es solo seguir un formato, sino adquirir una actitud crítica frente a la información, una competencia clave para la vida profesional y académica.

En palabras de Umberto Eco, quien dedicó páginas brillantes al arte de la investigación: “El autor de una tesis debe aprender no solo a encontrar información, sino también a demostrar que sabe cómo y por qué la eligió”.

 

Bibliografía

·         Eco, Umberto. Cómo se hace una tesis. Barcelona: Gedisa, 2017.

·         APA. Publication Manual of the American Psychological Association (7ª ed.). Washington, D.C.: APA, 2020.

·         Modern Language Association. MLA Handbook (9ª ed.). New York: MLA, 2021.

·         ISO 690:2010. Información y documentación – Directrices para la redacción de referencias bibliográficas y de citas de recursos de información.

·         Gómez, Lucía. “Evaluación crítica de fuentes digitales”. Revista Iberoamericana de Educación Superior, vol. 10, no. 27, 2023, pp. 45-59.

 

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