TÉCNICAS DE COHESIÓN

Conectar ideas entre párrafos fluidamente 

Imagina que estás construyendo un puente. No importa cuán fuertes sean las vigas individuales (tus ideas principales), si las uniones (las transiciones entre ellas) son débiles o inexistentes, el puente será inestable, difícil de transitar y, en última instancia, inútil. Lo mismo ocurre con tu tesis de grado. Cada párrafo puede contener una idea brillante, cada sección un análisis profundo, pero si no están conectadas de manera fluida, tu trabajo se sentirá fragmentado, confuso y agotador para el lector.

La cohesión textual es ese pegamento invisible que une tus ideas, permitiendo que tu argumento fluya sin tropiezos. Es el arte de tejer tus pensamientos de tal manera que el lector no solo entienda cada punto, sino que perciba la relación lógica entre ellos, siguiendo tu hilo argumental con facilidad y sin esfuerzo. Para un comité evaluador, una tesis coherente no solo es más agradable de leer; es la prueba irrefutable de un pensamiento estructurado y una argumentación sólida.

Como especialista en redacción académica, he visto a muchos estudiantes con investigaciones innovadoras tropezar porque su prosa se sentía como un conjunto de islas sin puentes. En este artículo, desentrañaremos las técnicas de cohesión que te permitirán conectar tus ideas entre párrafos con una fluidez impecable, transformando tu tesis de un rompecabezas a una narrativa convincente y armoniosa.

 

Por Qué la Cohesión Es Clave

Antes de sumergirnos en el "cómo", entendamos el "por qué". ¿Por qué es tan vital que tus párrafos se conecten fluidamente?

1.   Claridad Absoluta: Un texto cohesivo guía al lector, eliminando la ambigüedad y asegurando que tu mensaje se transmita con precisión. Evita que el lector tenga que "adivinar" las conexiones entre tus ideas.

2.   Credibilidad y Profesionalismo: Una escritura fluida es una marca de un trabajo bien pensado y cuidado. Muestra que tienes dominio no solo de tu tema, sino también de las convenciones de la escritura académica. Una tesis que salta de una idea a otra sin transiciones claras puede parecer desorganizada o, peor aún, que le falta rigor intelectual.

3.   Facilita la Comprensión y la Retención: Cuando las ideas se presentan de forma conectada, el cerebro las procesa más fácilmente. Es como escuchar una canción con una melodía continua, en lugar de una serie de notas aleatorias. Esto es crucial para un comité que revisa docenas de tesis. No querrás que la tuya sea la que les da dolor de cabeza.

4.   Impacto Persuasivo: Una tesis es, en esencia, un argumento. Y un argumento es más persuasivo cuando se presenta de forma lógica e ininterrumpida. La cohesión te permite construir tu caso paso a paso, llevando al lector (tu comité) a tus conclusiones de forma natural e ineludible.

Piensa en un buen conversador: sus ideas fluyen, sus frases se entrelazan y, sin darte cuenta, te ha llevado a través de una historia o un argumento complejo sin que te pierdas. Esa es la magia de la cohesión.

 

Técnicas Para Conectar Párrafos

Ahora, ¿cómo tejemos esa red de conexiones? Aquí te presento las técnicas más efectivas, con ejemplos y el "por qué" de cada una.

1. Repetición de Palabras Clave o Conceptos Centrales: El Eco Persistente

La repetición estratégica de una palabra clave o un concepto central a lo largo de párrafos adyacentes es una de las formas más simples y efectivas de crear cohesión. No se trata de repetir sin sentido, sino de recordar al lector cuál es el tema principal que se está desarrollando.

  • Cómo: Identifica la palabra o frase más importante de tu párrafo anterior y úsala al principio del siguiente, o en su primera oración, para establecer la conexión. Puedes usar sinónimos o frases relacionadas para variar y no sonar redundante.
  • Ejemplo Práctico:
    • Párrafo 1: "La inteligencia artificial ha revolucionado la industria manufacturera al optimizar los procesos de producción y reducir los costos operativos. Su implementación ha demostrado un aumento significativo en la eficiencia de las líneas de ensamblaje."
    • Párrafo 2: "Este avance de la inteligencia artificial, sin embargo, no está exento de desafíos. La necesidad de grandes volúmenes de datos de entrenamiento y la ética de su aplicación plantean nuevas preguntas para las empresas."
  • El Por Qué: Esta técnica actúa como un "eco" que resuena entre párrafos, recordando al lector el foco principal del argumento. Es como usar un faro para guiar un barco: cada destello reafirma la dirección. Para el comité, esto demuestra que tu argumento mantiene un foco claro y no se desvía. Evita que la mente del lector divague.

2. Pronombres y Sustitución: Los "Suplentes" Inteligentes

El uso de pronombres (él, ella, ello, esto, ese, aquellos, etc.) y la sustitución (usar una frase nominal que se refiera a algo mencionado antes) evita la repetición excesiva y mantiene la fluidez.

  • Cómo: Una vez que has presentado una idea o un sujeto, puedes referirte a él con un pronombre o una expresión equivalente en el párrafo siguiente.
  • Ejemplo Práctico:
    • Párrafo 1: "El cambio climático representa una amenaza existencial para la biodiversidad global, alterando ecosistemas y patrones migratorios de especies clave."
    • Párrafo 2: "Esta crisis ambiental exige una respuesta coordinada a nivel internacional, involucrando a gobiernos, industrias y comunidades científicas. Ello implica la implementación de políticas de reducción de emisiones y la inversión en energías renovables."
  • El Por Qué: Los pronombres y la sustitución son como "atajos lingüísticos". Permiten referirse a una idea sin tener que repetirla palabra por palabra. Muestran que el escritor tiene un control sofisticado sobre el lenguaje y puede mantener la atención del lector en el flujo de la información sin distracciones por repeticiones innecesarias.

3. Palabras y Frases de Transición: Los "Conectores Mágicos"

Estas son las herramientas más obvias y, a menudo, las más subutilizadas. Las palabras y frases de transición son como las señales de tráfico en una carretera: indican al lector la dirección del argumento, la relación lógica entre las ideas.

  • Cómo: Utiliza conectores para señalar adición (además, asimismo, también), contraste (sin embargo, no obstante, por otro lado), causa y efecto (por lo tanto, en consecuencia, debido a), secuencia (primero, luego, finalmente), ejemplo (por ejemplo, en particular), resumen (en resumen, en conclusión), etc.
  • Ejemplo Práctico:
    • Párrafo 1: "La digitalización de los procesos educativos ha permitido un acceso sin precedentes a la información y recursos de aprendizaje."
    • Párrafo 2: "Sin embargo, esta democratización del conocimiento también presenta desafíos, tales como la brecha digital y la necesidad de nuevas competencias para docentes y estudiantes."
  • El Por Qué: Los conectores son tus "puentes explícitos". Eliminan cualquier duda sobre la relación entre una idea y la siguiente. Para el comité, demuestran un pensamiento lógico y organizado. Cada conector es una señal que dice: "Mira, esta idea se relaciona así con la anterior". Esto facilita enormemente la lectura y la comprensión de un argumento complejo.

4. Referencia Anafórica y Catafórica: Apuntando hacia Atrás y Hacia Adelante

·         Anáfora: Se refiere a una palabra o frase que apunta hacia algo que ya se ha mencionado.

·         Catáfora: Se refiere a algo que se mencionará más adelante en el texto.

·         Cómo:

    • Anáfora: "Los datos masivos son cruciales para el desarrollo de la IA. Estos permiten entrenar modelos complejos y mejorar la precisión de los algoritmos." ("Estos" se refiere a "datos masivos")
    • Catáfora: "Consideremos lo siguiente: la necesidad de un marco ético robusto y la protección de la privacidad en el desarrollo de la IA. Ambos son pilares fundamentales para su aceptación social." ("Ambos" se refiere a la necesidad de un marco ético y la protección de la privacidad)

·         El Por Qué: Permiten una conexión elegante y compacta sin repetir la información. La anáfora es como un "recordatorio" de lo que ya dijiste, mientras que la catáfora crea expectación y prepara al lector para lo que viene. Demuestra un control avanzado sobre la estructura de la información y la sintaxis.

5. Estructura Paralela: El Ritmo de la Simetría

La estructura paralela implica el uso de patrones gramaticales o sintácticos similares para expresar ideas relacionadas. Esto crea un ritmo y una simetría que facilitan la comprensión y la conexión entre oraciones y párrafos.

  • Cómo: Si estás enumerando una serie de características, causas o efectos, intenta usar la misma estructura gramatical para cada punto.
  • Ejemplo Práctico:
    • "La inversión en I+D impulsa la innovación.
    • La formación continua del personal fortalece la competitividad.
    • La colaboración con universidades acelera el desarrollo tecnológico."
  • El Por Qué: El paralelismo es como una melodía recurrente en tu texto. Crea una sensación de orden y equilibrio, lo que facilita que el lector procese y compare las ideas. Para el comité, demuestra que tu pensamiento es sistemático y que puedes presentar información compleja de manera organizada y estéticamente agradable.

6. Preguntas y Respuestas: El Diálogo Invisible

Aunque es más común en textos didácticos, plantear una pregunta al final de un párrafo y responderla al inicio del siguiente puede ser una técnica de cohesión muy efectiva para guiar al lector a través de un argumento.

  • Cómo: Finaliza un párrafo con una pregunta retórica o una que anticipe el siguiente punto. Comienza el siguiente párrafo respondiendo directamente a esa pregunta.
  • Ejemplo Práctico:
    • Párrafo 1: "Los modelos predictivos han demostrado una eficacia notable en la detección temprana de enfermedades. Pero, ¿cómo podemos asegurar que estos modelos sean imparciales y no perpetúen sesgos existentes en los datos?"
    • Párrafo 2: "La imparcialidad de los modelos es una preocupación central. Para asegurar esto, es fundamental un riguroso preprocesamiento de los datos..."
  • El Por Qué: Crea un "diálogo" con el lector, haciéndolo sentir involucrado en el proceso de descubrimiento. Es una técnica persuasiva que anticipa las posibles dudas del lector o del comité y las aborda de inmediato, guiándolos a través de tu argumento como si fuera una conversación.

 

Tejiendo Tu Tesis

Dominar estas técnicas de cohesión no sucede de la noche a la mañana. Es un proceso que requiere práctica, paciencia y autocrítica.

  • Lee tu tesis en voz alta: Cuando leas tu texto en voz alta, notarás los puntos donde "choca" o donde las ideas no fluyen. Ahí es donde necesitas tus conectores.
  • Pide retroalimentación: Pide a un compañero o a tu director de tesis que lea una sección y te diga dónde se sintió perdido o dónde una idea no se conectaba con la anterior.
  • Revisa específicamente la cohesión: En lugar de buscar errores gramaticales, haz una pasada de revisión solo para la cohesión. Marca los párrafos que se sienten "sueltos".
  • Usa un mapa mental o un esquema detallado: Antes de escribir, organiza tus ideas visualmente. Esto te ayudará a ver las conexiones lógicas antes de plasmarlas en prosa. Es como tener el mapa de tu puente antes de poner la primera viga.

 

Sé que el proceso de tesis puede ser solitario y exigente. Puede que sientas que la cohesión es solo otra regla más que debes seguir. Pero permíteme decirte algo: la cohesión es tu aliada, no tu enemiga.

Imagina el orgullo que sentirás cuando entregues una tesis que no solo es un monumento a tu intelecto, sino también una obra de arte legible y cautivadora. Cuando tu comité, al leerla, asienta con la cabeza en lugar de fruncir el ceño, cuando su lectura sea un paseo agradable en lugar de una escalada agotadora, sabrás que has dominado el arte.

Cada vez que te sientes a revisar la fluidez de tus párrafos, piensa que estás puliendo una joya. Estás haciendo que tu trabajo sea más accesible, más convincente y, en última instancia, más poderoso. Estás respetando no solo a tus evaluadores, sino también a las futuras generaciones de estudiantes e investigadores que se beneficiarán de tu conocimiento. Tu tesis no es solo una evaluación; es tu contribución al saber humano. Y una contribución clara y bien conectada es una contribución que perdura.

En resumen, la cohesión es el hilo conductor que transforma un conjunto de ideas brillantes en una narrativa académica fluida y persuasiva. Al dominar estas técnicas, no solo mejorarás la calidad formal de tu tesis, sino que también fortalecerás tu capacidad de pensamiento lógico y comunicación efectiva, habilidades invaluables para tu futuro profesional. Que tu tesis no sea una colección de islas, sino un archipiélago conectado por puentes de conocimiento, invitando a todos a explorarlo con facilidad y deleite.

 

Bibliografía

1.    Calsamiglia, H., & Tusón, A. (2007). Las cosas del decir: Manual de análisis del discurso. Ariel.

2.    Crespo, R. (2014). Redacción de textos académicos: Guía práctica. Ediciones de la U.

3.    Montolío, E. (2000). Conectores discursivos en la escritura académica. Cuadernos de Lengua Española. Arco Libros.

4.    Sánchez Lobato, J. (coord.). (2007). Saber escribir. Instituto Cervantes / Aguilar.

5.    Cubo de Severino, L. (2015). Cómo escribir textos académicos: Aspectos claves para elaborar una tesis, un informe de investigación o un artículo científico. Editorial Octaedro.

6.    Camps, A., & Milian, M. (2018). La escritura de la investigación: Una guía para estudiantes y profesionales. Graó.

7.    Real Academia Española (RAE) y Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE). (2011). Nueva gramática de la lengua española. Manual. Espasa.

REDACCIÓN DE SECCIONES EXPERIMENTALES

Detallar procedimientos en papers científicos

Imagina que estás construyendo un puente. No basta con que sea funcional; cada viga, cada tornillo, debe estar perfectamente colocado para garantizar su estabilidad. En la escritura de un artículo científico, la sección experimental es ese puente: un componente crítico que conecta tus hipótesis con tus resultados. Si esta sección está mal construida, el lector —y con él, la credibilidad de tu investigación— se pierde en el vacío. Escribir una sección experimental no es solo un ejercicio técnico; es un acto de comunicación que requiere precisión, claridad y una narrativa que invite al lector a confiar en tu trabajo.

Este artículo está diseñado para guiarte en la redacción de secciones experimentales en papers científicos, con un enfoque especial para quienes están elaborando una tesis de grado. Exploraremos cómo estructurar esta sección, por qué cada elemento es crucial y cómo lograr un equilibrio entre rigor técnico y accesibilidad. A través de ejemplos prácticos, analogías y reflexiones, te ayudaremos a construir un relato científico que no solo informe, sino que también conecte emocionalmente con el lector, haciendo que tu trabajo sea memorable y confiable.


¿Por qué es tan importante la sección experimental?

La sección experimental es el corazón metodológico de un paper científico. Es donde describes, paso a paso, cómo llevaste a cabo tu investigación. Pero más allá de ser un simple listado de procedimientos, esta sección tiene un propósito más profundo: permitir que otros investigadores puedan replicar tu trabajo y validar tus resultados. Como señala Creswell (2014), “la reproducibilidad es la piedra angular de la ciencia”. Sin una descripción clara y detallada, tu investigación pierde su valor, como un mapa sin coordenadas.

Piénsalo como si estuvieras enseñando a un amigo a preparar tu receta favorita. No basta con decir “mezcla los ingredientes”; necesitas especificar qué ingredientes, en qué cantidades y en qué orden. Si omites un paso, el resultado puede ser un desastre. En la ciencia, ese “desastre” podría significar que otro investigador no pueda replicar tus hallazgos, lo que pone en duda la validez de tu trabajo.


La conexión emocional con el lector

Escribir una sección experimental no es solo un ejercicio técnico; es una oportunidad para mostrar tu compromiso con la verdad científica. Cuando detallas tus procedimientos con claridad, estás diciendo al lector: “Confía en mí, he hecho esto con cuidado”. Esta transparencia genera una conexión emocional, especialmente para estudiantes de tesis que pueden sentirse abrumados por la complejidad de la investigación. Al leer una sección experimental bien escrita, sienten que el proceso es alcanzable y que ellos también pueden lograrlo.


Estructura de la sección experimental

Una sección experimental típicamente incluye las siguientes subsecciones, aunque su organización puede variar según la disciplina o la revista científica:

1.   Materiales y equipos: Describe los materiales, instrumentos y software utilizados.

2.   Diseño experimental: Explica el enfoque general, como el tipo de experimento (controlado, de campo, etc.) y las variables involucradas.

3.   Procedimientos: Detalla los pasos específicos realizados, en orden cronológico.

4.   Análisis de datos: Describe las técnicas estadísticas o computacionales empleadas para procesar los resultados.

A continuación, desglosaremos cada una de estas partes, con ejemplos prácticos y consejos para garantizar claridad y precisión.


1. Materiales y equipos: La base de tu experimento

Esta subsección es como el inventario de un chef antes de cocinar. Debes listar todos los materiales y equipos utilizados, especificando marcas, modelos y, si aplica, concentraciones o especificaciones técnicas. Por ejemplo, en un estudio de química, no basta con decir “usamos ácido clorhídrico”; debes indicar “ácido clorhídrico al 37% (Merck, Darmstadt, Alemania)”.

Ejemplo práctico:

En un estudio sobre la biodegradación de plásticos, podrías escribir:
“Se utilizaron muestras de polietileno de baja densidad (PEBD, Sigma-Aldrich, pureza >99%) y un biorreactor de 5 L (BioFlo 320, Eppendorf, Alemania). Los cultivos bacterianos fueron preparados en agar nutriente (Difco, EE.UU.) a 37°C.”

Consejo: Usa un lenguaje preciso pero accesible. Si un lector no especializado encuentra términos técnicos, una breve explicación puede marcar la diferencia. Por ejemplo, podrías añadir: “El biorreactor es un equipo que controla temperatura y oxigenación para optimizar el crecimiento bacteriano.”


2. Diseño experimental: El plano de tu investigación

Aquí describes la lógica detrás de tu experimento. ¿Qué tipo de diseño usaste? ¿Cuáles fueron las variables independientes y dependientes? Este apartado es como el plano de un arquitecto: muestra cómo organizaste tu experimento para responder a tu pregunta de investigación.

Ejemplo práctico:

En una tesis sobre el efecto de la luz en el crecimiento de plantas, podrías escribir:
“Se diseñó un experimento factorial 2x3, con dos niveles de intensidad lumínica (500 y 1000 lux) y tres tipos de fertilizantes (orgánico, químico y sin fertilizante). La variable dependiente fue la altura de la planta (cm) medida tras 30 días.”

Por qué importa: Este apartado ayuda al lector a entender el “por qué” de tus decisiones. Por ejemplo, explicar que elegiste un diseño factorial porque permite evaluar interacciones entre variables refuerza la robustez de tu metodología.

Analogía: Piensa en esta sección como el guion de una película. Sin un guion claro, los actores (tus materiales y procedimientos) no saben qué hacer, y el público (los lectores) se pierde.


3. Procedimientos: El paso a paso

Esta es la parte más detallada de la sección experimental. Aquí describes cada paso de tu experimento en orden cronológico, como si estuvieras guiando a alguien a través de un laberinto. La clave es ser específico sin abrumar al lector con detalles innecesarios.

Ejemplo práctico:

“Se sembraron 50 semillas de Phaseolus vulgaris en macetas de 500 mL con suelo estéril. Cada maceta se regó con 100 mL de agua destilada cada 48 horas. Las macetas se colocaron en una cámara de crecimiento (Conviron, modelo CMP6050) bajo un ciclo de luz/oscuridad de 16/8 horas a 25°C. La altura de las plantas se midió semanalmente con un calibrador digital (Mitutoyo, precisión 0.01 mm).”

Consejo: Usa verbos en pasado y voz activa para dar claridad y dinamismo. Por ejemplo, en lugar de “las semillas fueron sembradas”, escribe “sembramos las semillas”. Esto hace que el texto sea más directo y personal.

Historia para conectar: Recuerdo mi primera tesis como estudiante. Pasé horas redactando la sección experimental, pero mi tutor me devolvió el borrador diciendo: “Esto es un rompecabezas sin piezas”. Aprendí que cada paso debe ser tan claro que incluso alguien sin experiencia pueda seguirlo. Imagina que estás escribiendo para un estudiante como el que eras al inicio: ansioso, pero lleno de dudas.


4. Análisis de datos: Cómo interpretaste los resultados

Aquí explicas cómo procesaste los datos para obtener tus conclusiones. Esto incluye software estadístico, pruebas específicas (como ANOVA o t de Student) y criterios para determinar significancia estadística.

Ejemplo práctico:

“Los datos de altura de las plantas se analizaron mediante un análisis de varianza (ANOVA) de dos vías usando el software R (versión 4.2.1). Se aplicó una prueba post-hoc de Tukey para identificar diferencias significativas entre grupos (p < 0.05).”

Por qué importa: Esta subsección demuestra que tus resultados no son fruto del azar, sino de un análisis riguroso. Explicar por qué elegiste una prueba específica (por ejemplo, “ANOVA fue seleccionado por su capacidad para comparar múltiples grupos”) ayuda al lector a confiar en tus conclusiones.


Selección de fuentes relevantes: El “por qué” detrás de tus decisiones

La selección de fuentes para respaldar tu sección experimental es tan importante como los procedimientos mismos. Según Hernández Sampieri et al. (2014), una buena revisión bibliográfica no solo fundamenta tu metodología, sino que también contextualiza tu investigación dentro del campo. Aquí te explicamos cómo elegir fuentes relevantes y por qué cada paso importa.


1. Busca fuentes académicas de calidad

Prioriza artículos publicados en revistas indexadas, libros de autores reconocidos y bases de datos como Scopus o Scielo. Por ejemplo, autores como Hernández Sampieri (México) o Martínez Roldán (España) son referentes en metodología de la investigación en habla hispana. Sus textos ofrecen guías prácticas para estructurar secciones experimentales.

Por qué importa: Usar fuentes confiables da autoridad a tu trabajo. Es como construir una casa sobre cimientos sólidos en lugar de arena.


2. Selecciona fuentes relevantes al contexto

Elige fuentes que se alineen con tu disciplina y el contexto de tu investigación. Por ejemplo, si tu tesis es sobre biotecnología, busca artículos en revistas como Bioprocess and Biosystems Engineering. Si tu trabajo es en ciencias sociales, autores como Guba y Lincoln (1994) pueden ser útiles para metodologías cualitativas.

Ejemplo práctico: Si estás investigando el impacto de un fertilizante en cultivos, una fuente como el artículo de Pérez et al. (2020) en Ciencia y Agricultura podría ser relevante por su enfoque en experimentos agrícolas en América Latina.


3. Explica tus decisiones

No basta con citar; explica por qué una fuente es relevante. Por ejemplo: “Se siguió el protocolo de García (2018) porque su metodología para medir biomasa microbiana es ampliamente aceptada en estudios de suelos tropicales.”

Analogía: Seleccionar fuentes es como elegir ingredientes para un plato. No usas cualquier especia; eliges las que realzan el sabor de tu receta específica.


Consejos para un tono accesible y riguroso

1.   Usa un lenguaje claro: Evita jergas innecesarias. Por ejemplo, en lugar de “se procedió a la cuantificación de la biomasa”, escribe “medimos la cantidad de biomasa”.

2.   Incorpora ejemplos concretos: Los ejemplos hacen que los conceptos abstractos sean más tangibles.

3.   Sé reflexivo: Explica el “por qué” detrás de cada decisión. Por ejemplo, “elegimos un diseño controlado para minimizar variables externas, lo que asegura resultados más confiables”.

4.   Conecta emocionalmente: Usa frases como “imagina que estás en el laboratorio” o “todos hemos sentido la frustración de un experimento fallido” para acercarte al lector.


Errores comunes y cómo evitarlos

1.   Falta de detalle: Si omites pasos clave, el lector no podrá replicar tu experimento. Solución: Revisa tu sección como si fueras un extraño intentando seguir las instrucciones.

2.   Exceso de tecnicismos: Un lenguaje demasiado complejo aleja a los lectores no especializados. Solución: Explica términos técnicos brevemente.

3.   Desorganización: Una narrativa desordenada confunde. Solución: Usa subtítulos y sigue un orden cronológico.


Conclusión

Escribir una sección experimental es un arte que combina precisión técnica con narrativa clara. Es tu oportunidad de mostrar no solo lo que hiciste, sino por qué lo hiciste y cómo otros pueden seguir tus pasos. Al detallar tus procedimientos con claridad, seleccionar fuentes relevantes y conectar emocionalmente con el lector, transformas un apartado técnico en una historia científica convincente.

Para los estudiantes de tesis, este proceso puede parecer abrumador, pero recuerda: cada paso que documentas es un ladrillo en el puente de tu investigación. Con práctica y atención al detalle, no solo cumplirás con los estándares académicos, sino que inspirarás confianza y admiración en quienes lean tu trabajo.


Bibliografía

·         Creswell, J. W. (2014). Research Design: Qualitative, Quantitative, and Mixed Methods Approaches. SAGE Publications.

·         Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, P. (2014). Metodología de la investigación. McGraw-Hill.

·         Guba, E. G., & Lincoln, Y. S. (1994). Competing paradigms in qualitative research. En N. K. Denzin & Y. S. Lincoln (Eds.), Handbook of Qualitative Research. SAGE Publications.

·         Pérez, J., Gómez, L., & Martínez, R. (2020). “Efecto de fertilizantes orgánicos en cultivos de maíz”. Ciencia y Agricultura, 17(2), 45-60.

·         García, M. (2018). “Protocolos para la medición de biomasa microbiana en suelos tropicales”. Revista Latinoamericana de Microbiología, 60(3), 123-130.

USO DE CITAS INDIRECTAS

Resumir ideas de otros autores correctamente

El camino hacia una tesis de grado suele sentirse como un ascenso por una montaña empinada. La cima representa el dominio de un tema, la originalidad de una propuesta y la capacidad de contribuir, aunque sea modestamente, al mundo académico. Pero, como en todo ascenso, nadie llega solo: otros pensadores, investigadores y autores han caminado antes y nos tienden puentes invisibles a través de sus textos. Resumir correctamente las ideas de esos autores —hacer uso de citas indirectas— es una de las habilidades más esenciales y menos comprendidas del proceso de investigación.

A menudo, el estudiante se encuentra atrapado entre dos temores: por un lado, el de copiar literalmente sin comprender, y por otro, el de tergiversar las ideas por no saber cómo reformularlas. Este artículo busca ser una brújula para ese estudiante: explicaremos qué es una cita indirecta, por qué su uso es crucial en el contexto de una tesis y, sobre todo, cómo hacerlo bien, de manera ética, precisa y significativa.

 

1. ¿Qué es una cita indirecta y por qué importa?

Una cita indirecta es una forma de referirse a las ideas de otro autor utilizando nuestras propias palabras. A diferencia de una cita directa, no se reproducen los términos exactos, sino que se resume o parafrasea el contenido, respetando siempre la autoría intelectual. En lugar de construir un muro de palabras ajenas, la cita indirecta permite integrar el conocimiento de otros al discurso propio de forma armónica.

“Citar indirectamente es como traducir una sinfonía a un lenguaje íntimo y propio, sin perder la melodía original.” – Parafraseando a Eco (2007)

¿Por qué es tan importante esta habilidad en una tesis? Porque es en la cita indirecta donde el estudiante demuestra que comprendió de verdad el pensamiento de otro autor, que puede reinterpretarlo, conectarlo con su propio marco teórico y proyectarlo hacia sus propios hallazgos. No se trata solo de decir “quién dijo qué”, sino de mostrar “cómo eso que se dijo nos ayuda a pensar algo nuevo”.

 

2. Entre la fidelidad y la voz propia: el delicado equilibrio

Una buena cita indirecta debe respetar tres principios fundamentales:

·         Fidelidad conceptual: mantener la idea original del autor.

·         Reformulación personal: expresarla con las propias palabras.

·         Referencia clara: atribuir correctamente la fuente.

Imaginemos que leemos en Bunge (2000) que “el conocimiento científico es un sistema de ideas en constante evolución, sujeto a revisión y refutación”. Una cita indirecta adecuada podría ser:

Según Bunge (2000), la ciencia se construye a partir de ideas dinámicas que se revisan y reformulan a lo largo del tiempo.

Aquí se respeta el contenido, se cambia la forma y se acredita la fuente. No se copia textualmente, pero se mantiene la esencia. Es, por decirlo con una analogía, como cocinar con ingredientes ajenos pero con receta propia.

 

3. El riesgo de la tergiversación: cuando el resumen se vuelve traición

Uno de los errores más comunes —y peligrosos— en el uso de citas indirectas es cambiar el sentido de lo dicho por el autor. Esto puede suceder por descuido, por desconocimiento del contexto o por apresuramiento en la escritura.

Por ejemplo, si el texto original sostiene que “la inteligencia emocional es tan importante como el coeficiente intelectual en el ámbito laboral” (Goleman, 1995), sería un error decir:

Goleman (1995) considera que la inteligencia emocional es más importante que el coeficiente intelectual.

Esta pequeña modificación cambia la idea original y puede afectar seriamente la credibilidad del trabajo. Una tesis no solo evalúa lo que descubrimos, sino también cómo comprendemos lo que otros descubrieron antes.

 

4. El arte de resumir sin empobrecer

Resumir ideas ajenas requiere destreza lingüística y comprensión profunda. Un buen resumen no es solo más breve, sino también más claro. Para lograrlo, se recomienda el siguiente proceso:

Paso 1: Leer y comprender a fondo

Antes de resumir, hay que leer varias veces el texto original. Subrayar las ideas principales, identificar los argumentos centrales y distinguir lo esencial de lo accesorio. La comprensión no puede ser superficial.

Paso 2: Desvincularse del texto

Después de leer, intenta cerrar el libro o minimizar el documento y explica con tus propias palabras lo que entendiste. Si no puedes hacerlo sin mirar el texto, aún no estás listo para resumir.

Paso 3: Redactar la idea en tu estilo

Busca expresar la idea como si se la contaras a un compañero que desconoce el tema, pero sin caer en simplificaciones excesivas. Usa un lenguaje claro, técnico pero accesible, y evita giros del texto original.

Paso 4: Verificar la fidelidad

Compara tu redacción con el texto original para asegurarte de que no has omitido elementos importantes ni añadido interpretaciones erróneas.

 

5. ¿Cuándo usar una cita indirecta y cuándo una directa?

La cita indirecta no reemplaza a la directa, pero sí debe ser usada con más frecuencia. Una regla general en la redacción académica es que las citas directas se reservan para ideas especialmente relevantes, definiciones precisas o expresiones que perderían fuerza al ser reformuladas.

Por ejemplo:

·         Para definir un concepto jurídico exacto → cita directa.

·         Para explicar un enfoque teórico complejo → cita directa.

·         Para resumir la visión de un autor sobre un tema general → cita indirecta.

Usar demasiadas citas directas puede generar la impresión de que el autor de la tesis no domina el contenido, mientras que el uso juicioso de citas indirectas demuestra comprensión, análisis y capacidad de síntesis.

 

6. La dimensión ética: citar es reconocer

Citar bien no es un tecnicismo, es una cuestión ética. Atribuir correctamente las ideas es una forma de dar reconocimiento al trabajo intelectual de los demás y de construir un conocimiento basado en el respeto mutuo.

En el contexto universitario, además, la mala citación puede derivar en acusaciones de plagio, incluso si no hay intención dolosa. Por eso, cada vez que se incorpora una idea ajena —aunque esté parafraseada— debe mencionarse su autor y su obra.

 

7. Herramientas y recursos que ayudan

Hoy existen numerosos recursos que pueden facilitar el uso correcto de citas indirectas:

·         Gestores bibliográficos como Zotero, Mendeley o EndNote, que permiten organizar las fuentes y citarlas automáticamente.

·         Normativas de estilo académico, como APA, MLA o Vancouver, que explican cómo hacer referencias en cada caso.

·         Talleres de escritura académica, muchas veces ofrecidos por las bibliotecas universitarias, que ayudan a desarrollar esta habilidad con práctica guiada.

·         Revisión entre pares: compartir borradores con compañeros o tutores permite recibir retroalimentación antes de entregar la tesis final.

 

8. Ejemplos que inspiran: aprender de quienes ya lo hicieron bien

Uno de los mejores aprendizajes proviene del análisis de buenos trabajos. Observando cómo otros estudiantes, en tesis aprobadas con distinción, usaron citas indirectas, se pueden extraer lecciones prácticas.

Ejemplo real tomado de una tesis en Psicología:

Original: “El aprendizaje significativo ocurre cuando la nueva información se relaciona de modo sustancial con lo que el estudiante ya sabe” (Ausubel, 1983).

Cita indirecta: Según Ausubel (1983), el aprendizaje es más efectivo cuando los contenidos nuevos se integran a conocimientos previos de manera significativa.

Aquí se logra un equilibrio perfecto entre precisión, claridad y autoría.

 

9. Conectando emocionalmente: la tesis como diálogo

La escritura de una tesis no debería ser vista como un monólogo, sino como un diálogo: entre el estudiante y su tema, entre el pasado y el presente, entre autores clásicos y nuevas generaciones de investigadores. Las citas indirectas son el modo en que el estudiante participa activamente en esa conversación.

Cuando se parafrasea correctamente a un autor, se le escucha, se le comprende y luego se responde con voz propia. Es allí donde el conocimiento se vuelve humano, cuando no solo repetimos lo que otros dijeron, sino que lo integramos para decir algo nuevo.

 

Conclusión

Citar indirectamente es más que una técnica: es una actitud frente al conocimiento. Implica humildad para reconocer lo que otros aportaron antes, pero también confianza para expresar con nuestra voz lo que entendemos y cómo lo conectamos con nuestra investigación.

En un mundo saturado de información, saber resumir bien es un superpoder. En una tesis de grado, es una exigencia irrenunciable. Usar citas indirectas correctamente no solo mejora la calidad del trabajo académico, sino que transforma la relación del estudiante con el saber, volviéndola más crítica, más reflexiva, más viva.

 

Bibliografía

·         Ausubel, D. P. (1983). Psicología educativa: un punto de vista cognoscitivo. México: Trillas.

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·         Serrano, J. (2016). Redacción académica para la tesis universitaria. Lima: Fondo Editorial PUCP.

·         Vázquez, G. (2021). Escribir para investigar: guía práctica de redacción científica. Buenos Aires: Ediciones UNGS.

ARGUMENTACIÓN RESPALDADA POR EVIDENCIA

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