REDACCIÓN DE PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN

 Enunciados precisos y orientados al objetivo

Imagina que estás frente a un mapa antiguo, con tinta desvaída y caminos borrosos, buscando el tesoro de una tesis exitosa. Tu brújula no es un instrumento de metal, sino una pregunta de investigación bien redactada. Si esa pregunta es vaga o apunta en la dirección equivocada, te perderás en un laberinto de datos irrelevantes. Pero si es precisa y está alineada con tu objetivo, te guiará como un faro en la tormenta, iluminando el camino hacia respuestas valiosas. Redactar preguntas de investigación no es solo un paso técnico en una tesis de grado; es el corazón de todo el proceso investigativo, el primer ladrillo de un edificio que debe resistir el escrutinio académico.

Este artículo explora cómo formular preguntas de investigación que sean a la vez rigurosas y accesibles, equilibrando precisión técnica con claridad práctica. No se trata solo de "cómo" hacerlo, sino de entender "por qué" cada decisión importa. A través de ejemplos, analogías y reflexiones, te llevaré de la mano para que este proceso, que puede parecer intimidante, se sienta como una conversación con un amigo sabio. Mi objetivo es que al final no solo sepas redactar preguntas efectivas, sino que te sientas seguro y conectado con tu propio proyecto de investigación.

¿Por qué las preguntas de investigación son tan cruciales?

Una pregunta de investigación es como el timón de un barco: sin él, navegas a la deriva, vulnerable a las corrientes del azar. En una tesis, define el alcance, orienta la búsqueda de información y establece los límites de lo que pretendes descubrir. Según Hernández Sampieri et al. (2014), una buena pregunta de investigación debe ser clara, específica, factible y relevante, porque de ella dependen la metodología, las fuentes y hasta las conclusiones. Si preguntas algo vago como "¿Qué afecta el cambio climático?", te ahogarás en un océano de posibilidades. Pero si preguntas "¿Cómo influyen las emisiones de carbono del transporte urbano en el aumento de la temperatura en ciudades latinoamericanas entre 2010 y 2020?", tienes un rumbo claro.

Piénsalo como pedir comida en un restaurante. Si dices "tráeme algo rico", podrías terminar con cualquier cosa —quizás hasta con un plato que no te gusta—. Pero si pides "un arroz con pollo con salsa criolla y una limonada", sabes exactamente qué esperar y el cocinero sabe qué preparar. En investigación, la precisión ahorra tiempo, esfuerzo y evita frustraciones.

El "cómo" de redactar preguntas precisas

Redactar una pregunta de investigación efectiva requiere técnica, pero no es un misterio insondable. Aquí desglosamos el proceso en pasos prácticos, con ejemplos y un toque humano para que no se sienta como una fórmula fría.

1.   Identifica el tema general y acótalo

Todo empieza con una curiosidad. Supongamos que te interesa la educación. Es un universo enorme, como un supermercado con infinitos pasillos. Necesitas elegir un pasillo específico. ¿Te interesa la educación primaria? ¿El uso de tecnología? Digamos que optas por "el impacto de la tecnología en el aprendizaje". Ya tienes un punto de partida.

Ejemplo: Tema general: Educación. Tema acotado: Uso de tablets en aulas de primaria.

2.   Define el objetivo de tu investigación

¿Qué quieres lograr? ¿Describir algo? ¿Explicar una relación? ¿Proponer una solución? El objetivo es tu brújula. Si quieres entender cómo las tablets afectan a los estudiantes, tu enfoque será explicativo.

Ejemplo: Objetivo: Explicar cómo el uso de tablets influye en el rendimiento académico de niños de primaria.

3.   Usa las 5W y 1H como guía

Las clásicas preguntas periodísticas (¿Qué?, ¿Quién?, ¿Dónde?, ¿Cuándo?, ¿Por qué?, ¿Cómo?) son tus aliadas. No todas aplican siempre, pero te ayudan a afinar.

o    ¿Qué? El rendimiento académico.

o    ¿Quién? Niños de primaria.

o    ¿Dónde? Escuelas públicas urbanas.

o    ¿Cuándo? Durante el año escolar 2020-2021.

o    ¿Por qué? Porque la tecnología está transformando la educación.

o    ¿Cómo? A través del uso de tablets.

Pregunta preliminar: ¿Cómo afecta el uso de tablets al rendimiento académico de niños de primaria en escuelas públicas urbanas durante el año escolar 2020-2021?

4.   Asegúrate de que sea factible y medible

Una pregunta puede sonar perfecta, pero si no tienes acceso a datos o recursos para responderla, es como prometer un pastel sin horno. Revisa: ¿Hay estudios previos? ¿Puedes recolectar datos en escuelas? Si es viable, sigue adelante; si no, ajusta.

Ajuste: Si no tienes acceso a datos de 2020-2021, podrías cambiar a un rango más accesible o a un estudio cualitativo basado en entrevistas.

5.   Hazla clara y específica

Evita términos vagos. "Afecta" podría ser "mejora", "disminuye" o "modifica", dependiendo de tu hipótesis. Sé directo. Pregunta final: ¿Cómo mejora el uso de tablets el rendimiento académico en matemáticas de niños de primaria en escuelas públicas urbanas entre 2018 y 2022?

El "por qué" detrás de cada paso

¿Por qué tanto énfasis en la precisión? Porque una pregunta mal redactada es como un GPS con la dirección equivocada: te lleva a un destino que no querías. Una pregunta vaga genera respuestas vagas, y en una tesis, eso es un desastre. Eco (2010) lo explica bien: la investigación es un diálogo con el mundo, y la pregunta es tu primera línea. Si no está bien formulada, el mundo no sabrá qué responderte.

Además, una buena pregunta te conecta emocionalmente con tu trabajo. Cuando sabes exactamente qué buscas, sientes que el esfuerzo tiene sentido. Imagina a Ana, una estudiante que pasó meses investigando "la tecnología en la educación" sin rumbo, frustrada y perdida. Luego reescribió su pregunta como "¿Cómo influye el uso de aplicaciones interactivas en la motivación de estudiantes de secundaria?" y de pronto todo encajó: su literatura, su método, su pasión. La precisión no solo organiza, también inspira.

Ejemplos prácticos y analogías

Para aterrizar esto, veamos tres ejemplos más y una analogía cotidiana:

·         Ejemplo 1: Tema: Salud mental. Pregunta: ¿Cómo influye el uso de redes sociales en los niveles de ansiedad de adolescentes en Colombia entre 2015 y 2020?
Por qué funciona: Es específica (redes sociales, ansiedad, adolescentes, Colombia, periodo), factible (hay datos disponibles) y relevante (tema actual).

·         Ejemplo 2: Tema: Medio ambiente. Pregunta: ¿Qué factores explican la disminución de la población de abejas en zonas rurales de México entre 2010 y 2023?
Por qué funciona: Acota el qué (disminución de abejas), el dónde (zonas rurales de México) y el cuándo (2010-2023).

·         Ejemplo 3: Tema: Economía. Pregunta: ¿Cómo afecta la inflación al poder adquisitivo de las familias de clase media en Argentina durante 2022?
Por qué funciona: Es medible (inflación, poder adquisitivo), localizada (Argentina) y temporalmente definida (2022).

Ahora, la analogía: redactar una pregunta de investigación es como armar un rompecabezas. El tema general es la caja con todas las piezas desordenadas. El objetivo es la imagen de la tapa que quieres lograr. Las 5W y 1H son las esquinas que te dan estructura. Y la precisión es encajar cada pieza en su lugar exacto. Si faltan piezas o las fuerzas, el resultado será un caos; pero si todo encaja, tendrás una obra maestra.

Conectar con el lector: La experiencia humana

Recuerda tu propia tesis. ¿Sentiste alguna vez esa mezcla de emoción y pánico al empezar? Redactar preguntas de investigación puede parecer un obstáculo técnico, pero también es un momento de descubrimiento personal. Es cuando pasas de ser un estudiante a ser un investigador, alguien que no solo consume conocimiento, sino que lo crea. Cada palabra que eliges es un paso hacia esa meta, y aunque el proceso puede ser arduo, el resultado —saber que estás preguntando algo que importa— vale cada gota de sudor.

Piensa en Juan, un estudiante que quería estudiar "la pobreza". Su primera pregunta fue "¿Por qué hay pobreza en el mundo?". Su tutor la rechazó: demasiado amplia. Frustrado, Juan ajustó a "¿Cómo reducen los programas de microcréditos la pobreza en comunidades rurales de Perú entre 2015 y 2020?". De pronto, sintió que su trabajo tenía dirección, que podía aportar algo concreto. Esa conexión emocional —del caos a la claridad— es lo que una buena pregunta te regala.

Fuentes académicas en español

Este artículo se inspira en autores reconocidos en el ámbito hispanohablante:

·         Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, P. (2014). Metodología de la investigación. Un clásico que enfatiza la claridad y factibilidad en las preguntas de investigación.

·         Eco, U. (2010). Cómo se hace una tesis. Traducido al español, ofrece una visión humanista sobre el proceso investigativo.

·         Tamayo y Tamayo, M. (2011). El proceso de la investigación científica. Una guía práctica y accesible para estudiantes latinoamericanos.

Estas obras, disponibles en bibliotecas académicas, son pilares para entender el rigor detrás de las preguntas de investigación.

Conclusión: Preguntar es el primer paso para responder

Redactar preguntas de investigación precisas y orientadas al objetivo no es solo una tarea técnica; es un acto de valentía y creatividad. Es decidir qué parte del mundo quieres iluminar con tu tesis y cómo vas a hacerlo. Al seguir pasos claros —acotar el tema, definir el objetivo, usar las 5W y 1H, verificar la factibilidad y ser específico— transformas una idea difusa en una herramienta poderosa. Y al entender el "por qué" detrás de cada paso, te conectas con tu trabajo de una manera que trasciende lo académico.

Así que, querido lector, toma tu brújula y empieza a preguntar. No temas equivocarte al principio; incluso las preguntas imperfectas son el borrador de algo grande. Con práctica, encontrarás ese enunciado que no solo guía tu investigación, sino que te hace sentir que estás dejando una huella en el conocimiento humano.

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