NORMAS MLA PARA HUMANIDADES

Imagina que estás en una conversación apasionada con amigos. Uno de ellos comparte una idea brillante, y tú la repites después como si fuera tuya. ¿Qué pasa? La mirada de reproche es inevitable. En el mundo académico, las normas de citación funcionan como ese código tácito de respeto: dan crédito a quien lo merece y te permiten sumarte a la charla sin robar el protagonismo. Entre los muchos estilos que existen, las normas de la Modern Language Association (MLA) destacan como el estándar en humanidades, un sistema elegante y preciso que guía a estudiantes y académicos en la redacción de trabajos rigurosos.

Pero las normas MLA no son solo reglas frías sobre comas y paréntesis. Son una herramienta para construir conocimiento, un puente entre tu voz y las de quienes te precedieron. Para un estudiante que escribe su tesis de grado, dominar este estilo es más que un requisito técnico: es una forma de mostrar profesionalismo, de dialogar con la comunidad académica y de dejar una huella propia.

1. ¿Qué es MLA y por qué las humanidades lo abrazan?

La MLA, fundada en 1883, es una asociación dedicada a las lenguas y literaturas, y su estilo de citación refleja esa vocación. A diferencia de APA (más común en ciencias sociales) o Chicago (favorito en historia), MLA privilegia la simplicidad y la conexión directa con las fuentes. En lugar de fechas al frente, como en APA, pone el énfasis en el autor y la página, lo que tiene sentido en humanidades: aquí, las ideas suelen ser atemporales, y lo que importa es quién las dijo y dónde las escribieron.

Piensa en MLA como una guía en un museo literario. No te abra mas con detalles técnicos; te lleva directo a la obra, diciéndote: "Mira lo que dijo Borges en la página 23". Esta cercanía es ideal para disciplinas como literatura, filosofía o estudios culturales, donde el análisis textual es el corazón del trabajo.

Estrategia práctica: Familiarízate con el MLA Handbook (9ª edición, 2021), la biblia oficial del estilo. Si escribes sobre García Márquez, por ejemplo, citarás así: (García Márquez 45). Sencillo, directo, humano.

Por qué importa: Entender el espíritu de MLA te ayuda a usarlo con intención, no por obligación. Es una forma de honrar a los autores y de invitar al lector a seguir el rastro de tus ideas.

2. Citas en MLA: Cómo dar voz a otros sin perder la tuya

Citar es como invitar a alguien a tu casa: le das un lugar en la mesa, pero sigue siendo el anfitrión. En MLA, las citas en el texto son breves y se integran al flujo de tu escritura. El formato básico es (Autor Página), sin coma entre ambos. Por ejemplo: "La memoria es un espejo que miente" (Paz 72). No necesitas el año ni el título ahí; eso va en la lista de obras citadas.

Pero citar no es solo copiar y pegar. Hay que elegir fuentes relevantes y usarlas con un propósito. Supongamos que tu tesis analiza la identidad en la poesía de Vallejo. Podrías escribir: "Vallejo transforma el dolor en un grito universal (Pérez 19), un eco que resuena en cada lector". Aquí, la cita apoya tu argumento y añade una capa de autoridad.

Estrategia práctica: Usa el método "sandwich": introduce la cita (¿quién habla y por qué importa?), preséntala, y luego explícala en tus palabras. Por ejemplo: "Según Ana María Pérez, estudiosa de la poesía peruana, Vallejo usa el sufrimiento como un lenguaje colectivo (19). Este enfoque nos invita a leer sus versos como un retrato de la humanidad".

Por qué importa: Citar bien no solo evita el plagio; demuestra que has investigado, que respetas el trabajo ajeno y que sabes tejerlo con el tuyo. Es tu credibilidad en juego.

3. Formato MLA: La presentación cuenta

El formato en MLA es como el traje de un académico: debe ser impecable, pero no ostentoso. Aquí van las reglas básicas para una tesis:

·         Tipografía y márgenes: Usa una fuente legible (Times New Roman, 12 pt) y márgenes de 2,54 cm.

·         Encabezado: Tu apellido y el número de página en la esquina superior derecha (ej. "Gómez 5").

·         Portada: No se requiere a menos que lo pida tu universidad, pero el encabezado inicial lleva tu nombre, el del profesor, el curso y la fecha, todo a doble espacio.

·         Títulos: Céntralos, sin negritas ni cursivas (salvo que cita otra obra).

Imagina que entregas tu tesis como un regalo. El formato es el papel de envoltura: no es el contenido, pero si está arrugado o mal puesto, distrae del valor interior.

Estrategia práctica: Antes de empezar, configura tu procesador de texto con estas normas. Luego, revisa cada página como si fueras el lector: ¿es claro? ¿Es consistente?

Por qué importa: Un formato limpio dice: "Me tomo esto en serio". Es tu carta de presentación al mundo académico.

4. Obras citadas: El mapa de tu investigación

La lista de "Obras citadas" es el cierre de oro de MLA. Aquí detalles cada fuente en un formato específico. Por ejemplo:

·         Libro: García Márquez, Gabriel. Cien años de soledad . Sudamericana, 1967.

·         Artículo: Pérez, Ana María. "El dolor en Vallejo". Revista de Literatura Peruana , vol. 12, núm. 3, 2019, págs. 15-25.

·         Web: MLA. "Guía de estilo". MLA.org , 2021, www.mla.org/style-guide .

Piensa en esta lista como agradecimiento público. Es tu forma de decir: "Estas voces me ayudaron a llegar aquí". Pero también es un mapa: le permite al lector rastrear tus pasos y profundizar si quieres.

Estrategia práctica: Usa herramientas como Zotero o el generador de citas de Purdue OWL para ahorrar tiempo, pero verifica manualmente. Un error en la coma o el año puede romper la confianza del lector.

Por qué importa: Una lista bien hecha no solo cumple las reglas; muestra que tu trabajo tiene raíces sólidas y que respetas el proceso académico.

5. Conexión emocional: Hacer que MLA cobre vida

Las normas MLA pueden parecer áridas, pero tienen un lado humano. Cada cita es un eco de alguien que, como tú, se apasionó por un tema. Cuando cita a Octavio Paz o Carmen McEvoy, imagina sus noches de escritura, sus debates, sus dudas. Tú eres parte de esa cadena.

Por ejemplo, en una tesis sobre literatura latinoamericana, podrías empezar: "¿Qué pasaría si las palabras de Borges nunca hubieran encontrado su lugar en el papel? Citarlas hoy es más que un acto técnico; es un homenaje a su legado" (Borges 23). Este toque personal hace que el lector sienta el peso de las normas, no solo las aprenda.

Estrategia práctica: Usa analogías (citar es como cocinar con ingredientes prestados) o preguntas (¿Qué harías si tus ideas fueran olvidadas?). Así, el lector se involucra.

Por qué importa: La conexión emocional transforma un texto técnico en una experiencia. Hace que el estudiante no solo siga las normas, sino que las viva.

 

Dominar las normas MLA es como aprender a navegar: al principio, el mapa y la brújula intimidan, pero pronto te llevan a puerto seguro. En una tesis de humanidades, este estilo no es un obstáculo, sino un aliado que organiza tus ideas, honra a tus fuentes y te da voz en el coro académico. Con práctica, las citas y el formato se vuelven segunda naturaleza, y lo que queda es el placer de contar tu historia.

Para el estudiante, MLA es una puerta al rigor y la claridad. Para el lector, es una garantía de que el viaje vale la pena. Así que toma estas normas, hazlas tuyas y deja que te guían hacia un trabajo que no solo cumple, sino que brille.

Bibliografía sugerida

1.   Asociación de Lenguas Modernas. Manual MLA. 9.ª ed., MLA, 2021.

2.   Eco, Humberto. Cómo se hace una tesis. Gedisa, 2001.

3.   McEvoy, Carmen. La utopía republicana. Fondo Editorial PUCP, 2015.

4.   Paz, Octavio. El laberinto de la soledad. Fondo de Cultura Económica, 1950.

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