Técnicas para avanzar en la tesis
Escribir una tesis de grado es un viaje
intelectual, pero también emocional. Es un proyecto que combina rigor académico
con la capacidad de gestionar el tiempo, las emociones y las expectativas
propias. Sin embargo, muchos estudiantes se encuentran atrapados en un ciclo de
procrastinación, postergando tareas esenciales como la redacción, la
investigación o la revisión bibliográfica. La procrastinación no es simplemente
una falta de disciplina; es una respuesta compleja a factores como el miedo al
fracaso, la incertidumbre o la percepción de que la tarea es abrumadora. Este
artículo ofrece un conjunto de técnicas prácticas, respaldadas por la
investigación académica, para superar la procrastinación y avanzar con
confianza en la escritura de tu tesis.
Imagina que tu tesis es como construir una
casa. No puedes levantar las paredes sin unos cimientos sólidos, y cada
ladrillo que colocas requiere tiempo y cuidado. La procrastinación es como
detenerte a mirar los planos una y otra vez, sin nunca poner manos a la obra.
Pero, ¿y si pudieras dividir el proceso en pasos manejables, entender por qué
te detienes y aprender a moverte hacia adelante? Acompáñame a explorar cómo
hacerlo, con estrategias que no solo te ayudarán a terminar tu tesis, sino
también a disfrutar del proceso.
Entendiendo la Procrastinación: ¿Por Qué
Postergamos?
Antes de abordar las soluciones, es
fundamental entender qué es la procrastinación y por qué afecta a tantos
estudiantes. Según el psicólogo mexicano Enrique García Fernández
(2020), la procrastinación es “el acto de retrasar voluntariamente una tarea a
pesar de ser conscientes de las consecuencias negativas de esa demora” [García
Fernández, E., Psicología de la procrastinación, México: UNAM]. Este
comportamiento suele estar vinculado a factores emocionales, como:
- Miedo al fracaso: La
tesis representa un hito académico importante, y el temor a no estar a la
altura puede paralizar.
- Perfeccionismo: Querer que cada
palabra sea perfecta desde el primer borrador lleva a evitar escribir por
completo.
- Falta de claridad: No
saber por dónde empezar puede hacer que la tarea parezca insuperable.
- Baja motivación: Si el tema de la
tesis no apasiona o parece desconectado de los objetivos personales, es
fácil postergar.
Un ejemplo cotidiano ilustra este punto.
Piensa en María, una estudiante de psicología que lleva meses posponiendo la
redacción de su capítulo introductorio. Cada vez que abre su computadora,
siente un nudo en el estómago: ¿y si su tema no es lo suficientemente original?
En lugar de escribir, pasa horas revisando artículos o viendo videos,
convenciéndose de que “se está preparando”. María no es perezosa; está atrapada
en un ciclo de evitación emocional. La buena noticia es que la procrastinación
no es un destino, sino un obstáculo que se puede superar con las herramientas
adecuadas.
Técnicas Prácticas para Superar la
Procrastinación
A continuación, presento un conjunto de
estrategias basadas en investigaciones académicas y experiencias prácticas.
Cada técnica está diseñada para abordar un aspecto específico de la
procrastinación, desde la gestión del tiempo hasta el manejo de las emociones,
con un enfoque particular en la escritura de tesis.
1. Divide la Tesis en Microtareas: El Poder de
los Pequeños Pasos
Una tesis puede parecer un monstruo de mil
cabezas, pero descomponerla en tareas pequeñas la hace manejable. Según María
Luisa Ávila, experta en metodología de la investigación en América Latina,
“la clave para avanzar en proyectos académicos complejos es transformar metas
grandes en objetivos específicos y alcanzables” [Ávila, M. L., Metodología
para tesis de grado, Bogotá: Ecoe Ediciones, 2022].
Cómo hacerlo:
- Divide tu tesis en secciones (introducción, marco teórico,
metodología, etc.).
- Dentro de cada sección, identifica tareas concretas: por ejemplo,
“buscar cinco artículos relevantes para el marco teórico” o “redactar 300
palabras de la introducción”.
- Asigna un tiempo específico para cada microtarea (30-60 minutos) y
complétala sin preocuparte por la perfección.
Por qué funciona: Al enfocarte en una tarea pequeña, reduces la sensación de
abrumamiento. Completar estas microtareas genera un sentido de logro que
refuerza tu motivación. Es como subir una montaña dando un paso a la vez: cada
pequeño avance te acerca a la cima.
Ejemplo práctico: Supongamos que necesitas escribir el marco teórico. En lugar de pensar
“tengo que terminar 20 páginas”, empieza con: “Hoy voy a leer y resumir un
artículo clave en una página”. Al final del día, tendrás un resumen útil y te
sentirás productivo, lo que te animará a continuar.
2. Usa la Técnica Pomodoro: Enfócate sin
Agotarte
La técnica Pomodoro, desarrollada por
Francesco Cirillo, es una herramienta simple pero poderosa para mantener la
concentración. Consiste en trabajar en bloques de 25 minutos (llamados
“pomodoros”), seguidos de un descanso de 5 minutos. Cada cuatro pomodoros,
tomas un descanso más largo (15-30 minutos).
Cómo aplicarla a la tesis:
- Elige una microtarea (por ejemplo, redactar el planteamiento del
problema).
- Configura un temporizador para 25 minutos y trabaja sin
distracciones.
- Durante el descanso, aléjate de la computadora: camina, estírate o
toma agua.
- Repite el ciclo hasta completar cuatro pomodoros, luego evalúa tu
progreso.
Por qué funciona: Los bloques cortos de trabajo evitan la fatiga mental, mientras que
los descansos regulares mantienen tu energía. Además, el temporizador crea una
sensación de urgencia que ayuda a combatir la tentación de procrastinar. Según
un estudio de Universidad de los Andes (2021), los estudiantes que usan
técnicas de gestión del tiempo como Pomodoro reportan un 30% más de
productividad en tareas académicas [Rodríguez, J., Gestión del tiempo en
estudiantes universitarios, Bogotá: Uniandes].
Ejemplo práctico: Juan, un estudiante de ingeniería, solía pasar horas frente a su tesis
sin avanzar mucho. Al probar Pomodoro, descubrió que en dos ciclos de 25
minutos podía redactar un párrafo claro y coherente. Al final de la semana,
tenía un borrador completo de su introducción.
3. Establece Metas SMART: Claridad para
Avanzar
Las metas SMART (Específicas, Medibles,
Alcanzables, Relevantes y con un Tiempo definido) son una herramienta clásica
para estructurar objetivos. En el contexto de la tesis, ayudan a transformar
intenciones vagas (“quiero terminar mi tesis”) en planes concretos.
Cómo aplicarlas:
- Específica: En lugar de “trabajar
en la tesis”, define “redactar el apartado de objetivos en 500 palabras”.
- Medible: Establece un indicador, como “completar
dos páginas esta semana”.
- Alcanzable: Asegúrate de que la
meta sea realista según tu tiempo y recursos.
- Relevante: Conecta la tarea con tu objetivo mayor
(graduarte, contribuir al conocimiento).
- Tiempo definido: Fija una fecha
límite, como “terminar el borrador para el viernes”.
Por qué funciona: Las metas SMART proporcionan dirección y un sentido de propósito. Al
ser específicas y temporales, reducen la ambigüedad que alimenta la
procrastinación. Como señala Carlos Alberto Gómez, psicólogo educativo,
“los estudiantes que planifican con metas claras tienden a procrastinar menos
porque saben exactamente qué hacer y cuándo” [Gómez, C. A., Estrategias para
el éxito académico, México: Trillas, 2019].
Ejemplo práctico: Ana quería avanzar en su revisión bibliográfica, pero se sentía
perdida. Al aplicar SMART, se propuso: “Seleccionar y leer tres artículos
relevantes para mi tema antes del miércoles”. Esta claridad le permitió
enfocarse y completar la tarea en dos días.
4. Crea un Entorno Propicio: Minimiza las
Distracciones
El entorno donde trabajas influye directamente
en tu productividad. Un espacio desordenado o lleno de distracciones (como el
celular) puede sabotear tus esfuerzos. Según Laura Sánchez, especialista
en hábitos de estudio, “un entorno organizado refuerza la disciplina y facilita
la concentración” [Sánchez, L., Hábitos para el aprendizaje efectivo,
Madrid: Narcea, 2020].
Cómo hacerlo:
- Designa un lugar específico para trabajar en tu tesis, libre de
interrupciones.
- Silencia las notificaciones del celular o usa aplicaciones como
Forest o Focus@Will para bloquear distracciones.
- Mantén solo los materiales necesarios (computadora, notas,
artículos) para evitar desviarte.
Por qué funciona: Un entorno limpio y enfocado reduce las excusas para procrastinar. Al
eliminar estímulos externos, tu mente puede concentrarse en la tarea principal.
Además, asociar un espacio con el trabajo en la tesis crea un hábito que
facilita sentarte a escribir.
Ejemplo práctico: Pedro solía trabajar en su tesis en la sala, con la televisión de
fondo. Al mudarse a una mesa tranquila en su habitación y apagar el celular,
notó que podía escribir durante una hora sin perder el hilo de sus ideas.
5. Gestiona las Emociones: Abraza el Proceso,
No el Resultado
La procrastinación a menudo está ligada al
miedo o la ansiedad. Enfrentar estas emociones es clave para avanzar. Como
explica Enrique García Fernández, “reconocer y aceptar las emociones
negativas permite transformarlas en motivación para actuar” [García Fernández,
E., 2020].
Cómo hacerlo:
- Practica la autocompasión: si te sientes bloqueado, recuerda que es
normal y no define tu capacidad.
- Escribe tus miedos en un diario: ¿Qué te preocupa? ¿No terminar a
tiempo? ¿No ser lo suficientemente bueno? Verbalizarlos reduce su poder.
- Celebra los pequeños logros: Terminar un párrafo o una sesión de
trabajo merece reconocimiento.
Por qué funciona: Al abordar las emociones, eliminas las barreras internas que te
frenan. La autocompasión y la celebración de avances refuerzan tu confianza,
haciendo que la tesis deje de ser una fuente de estrés.
Ejemplo práctico: Sofía se sentía abrumada porque su asesor criticó su primer borrador.
En lugar de evitar la tesis, escribió sus frustraciones en un cuaderno y
decidió enfocarse en corregir solo una sección. Al terminar, se recompensó con
un café, lo que la motivó a seguir.
6. Selección de Fuentes Relevantes: Un Enfoque
Estratégico
La revisión bibliográfica es una de las tareas
más propensas a la procrastinación, ya que implica buscar, leer y sintetizar
información compleja. Sin embargo, una selección estratégica de fuentes puede
simplificar el proceso y darle solidez a tu tesis.
Cómo seleccionar fuentes relevantes:
- Define palabras clave:
Identifica términos específicos relacionados con tu tema. Por ejemplo, si
tu tesis es sobre educación inclusiva, usa palabras como “inclusión
escolar”, “diversidad” o “pedagogía diferenciada”.
- Usa bases de datos académicas:
Plataformas como Redalyc, Dialnet o Scielo ofrecen artículos en español de
alta calidad.
- Evalúa la calidad:
Prioriza fuentes de autores con trayectoria reconocida, publicadas en
revistas indexadas y con más de dos años de antigüedad para garantizar
relevancia consolidada.
- Organiza la información: Usa
herramientas como Zotero o Mendeley para gestionar citas y tomar notas.
Por qué es importante: Seleccionar fuentes relevantes ahorra tiempo y fortalece el rigor de
tu trabajo. Una buena revisión bibliográfica no solo fundamenta tu
investigación, sino que también te da confianza al saber que estás construyendo
sobre bases sólidas. Como señala Ávila (2022), “una bibliografía bien
curada es el cimiento de cualquier tesis exitosa”.
Ejemplo práctico: Luis, estudiante de sociología, procrastinaba porque no sabía por
dónde empezar su revisión bibliográfica. Al definir palabras clave y buscar en
Redalyc, encontró tres artículos clave que le dieron una estructura clara para
su marco teórico. Esto lo motivó a seguir investigando.
Reflexión Final: La Tesis como un Viaje de
Crecimiento
Superar la procrastinación no se trata solo de
terminar tu tesis; se trata de descubrir tu capacidad para enfrentar desafíos
complejos. Cada técnica que apliques —desde dividir tareas hasta gestionar
emociones— es una herramienta que llevarás contigo más allá de la academia. Tu
tesis no es solo un documento; es una prueba de tu perseverancia, creatividad y
compromiso.
Piensa en la última vez que lograste algo que
parecía imposible. Quizás fue aprobar un examen difícil o completar un proyecto
personal. Esa misma fuerza está dentro de ti ahora, esperando a ser canalizada
hacia tu tesis. No se trata de escribir un texto perfecto; se trata de avanzar,
paso a paso, hacia un objetivo que vale la pena.
Así que, toma una respiración profunda, elige
una microtarea y comienza hoy. Tu tesis no es un obstáculo; es una oportunidad
para brillar.
Bibliografía
- Ávila, M. L. (2022). Metodología para tesis de grado.
Bogotá: Ecoe Ediciones.
- García Fernández, E. (2020). Psicología de la procrastinación.
México: UNAM.
- Gómez, C. A. (2019). Estrategias para el éxito académico.
México: Trillas.
- Rodríguez, J. (2021). Gestión del tiempo en estudiantes
universitarios. Bogotá: Universidad de los Andes.
- Sánchez, L. (2020). Hábitos para el aprendizaje efectivo.
Madrid: Narcea.