IMPORTANCIA DE LA OBJETIVIDAD

Evitar opiniones personales en textos 

Escribir una tesis de grado es, para muchos estudiantes, el momento culminante de su formación académica. Es un proceso exigente, introspectivo y, en muchos casos, emocional. Invertimos meses —a veces años— investigando, escribiendo, corrigiendo y defendiendo nuestras ideas. Por eso no es extraño que, en medio de este viaje, queramos expresar nuestras opiniones o emociones sobre el tema. Pero aquí se presenta un dilema fundamental: ¿cómo equilibrar la voz personal con la necesidad de rigor? ¿Dónde termina la interpretación legítima y comienza la subjetividad improductiva?

Este artículo se propone aclarar ese límite, resaltando la importancia de la objetividad en la escritura académica, y explicando por qué y cómo evitar opiniones personales en textos de carácter científico, especialmente durante la elaboración de una tesis de grado. A través de un enfoque técnico pero cercano, y utilizando ejemplos y analogías, te acompañaré a comprender no solo el “cómo” sino también el “por qué” de este principio esencial en la producción de conocimiento riguroso.

 

¿Qué es la objetividad en la escritura académica?

La objetividad, en el contexto académico, implica la presentación de información basada en hechos comprobables, datos verificables y argumentos sustentados por fuentes confiables, sin dejarse llevar por emociones, preferencias personales o juicios de valor no fundamentados. Es, en esencia, un compromiso con la verdad intersubjetiva.

Autores como Eco (2001) y Van Dijk (2016) coinciden en que la objetividad no significa frialdad, ni distancia deshumanizada, sino la capacidad de argumentar desde la evidencia, no desde la emoción. En palabras sencillas: no se trata de “no sentir”, sino de no dejar que el sentir contamine el pensar.

Un ejemplo claro: en lugar de decir “Es obvio que el gobierno ha fracasado en su política de salud”, un texto objetivo diría: “Los indicadores sanitarios de los últimos tres años, como la tasa de mortalidad infantil y la cobertura de vacunación, han mostrado un retroceso, lo que ha sido interpretado por diversos autores (González, 2022; Ramírez, 2023) como evidencia de un debilitamiento en la gestión pública de salud”.

 

Por qué evitar las opiniones personales: tres razones clave

 

1. Preservar la credibilidad académica

Cuando un texto se aleja de la objetividad, pierde fuerza argumentativa. Las afirmaciones que no están respaldadas por evidencia se perciben como juicios personales, lo cual puede generar desconfianza en el lector. En un contexto académico, donde el valor del texto reside en su verificabilidad y racionalidad, la subjetividad sin sustento debilita la tesis.

Imaginemos que un estudiante escribe: “En mi opinión, el calentamiento global no es tan grave como dicen”. Aunque todos tenemos derecho a una opinión, en un texto académico esta frase no tiene lugar si no se acompaña de estudios serios que respalden dicha afirmación. De lo contrario, no es una tesis: es una columna de opinión.

 

2. Evitar sesgos cognitivos y emocionales

El pensamiento humano está lleno de sesgos: confirmación, anclaje, disponibilidad… Todos ellos pueden filtrarse en un texto si no se asume una actitud deliberadamente objetiva. La objetividad actúa como un “filtro intelectual” que ayuda a evitar errores comunes como seleccionar solo aquellas fuentes que coinciden con nuestras ideas previas (sesgo de confirmación).

Como menciona Kahneman (2011), pensamos con más emoción que lógica, y eso está bien… salvo cuando estamos construyendo conocimiento académico. Allí, la emoción debe dar paso al método.

 

3. Garantizar el valor universal del conocimiento

Una tesis no es solo una expresión del pensamiento del autor: es una aportación al corpus general del saber. Si está escrita con una mirada personalista, difícilmente podrá dialogar con otros estudios, ser replicada o usada como base para nuevas investigaciones. La objetividad garantiza que lo que decimos tenga valor más allá de nuestra experiencia individual.

 

La línea sutil entre interpretación y opinión

Aquí conviene hacer una distinción crucial: interpretar no es opinar. Toda tesis requiere interpretación de datos, de teorías, de contextos. Pero esa interpretación debe estar anclada en la evidencia.

👉 Por ejemplo:

·         Opinión subjetiva: “Este autor exagera al afirmar que el sistema educativo está en crisis.”

·         Interpretación objetiva: “Si bien el autor califica el sistema educativo como ‘en crisis’, los datos del Ministerio de Educación muestran una mejora en los indicadores de retención escolar entre 2018 y 2023, lo que podría matizar su afirmación.”

El segundo enunciado no es neutro: interpreta, analiza, contrapone. Pero lo hace con base en información verificable. Esa es la diferencia clave.

 

Estrategias para evitar la subjetividad en textos académicos

 

1. Usar lenguaje impersonal y técnico

En lugar de “yo pienso que”, se recomienda utilizar fórmulas como:

·         “Se observa que…”

·         “La evidencia sugiere…”

·         “Diversos estudios indican que…”

Este tipo de formulaciones desplaza el foco desde el autor hacia el objeto de estudio.

 

2. Sustentar cada afirmación con fuentes confiables

Toda afirmación relevante debe estar respaldada por autores, datos estadísticos, informes o estudios. Esto implica una búsqueda bibliográfica rigurosa y estratégica. No basta con copiar lo primero que aparece en Google: hay que seleccionar fuentes académicas, revisadas por pares, y actualizadas.

Un buen consejo práctico es aplicar la regla de “tres apoyos”: si una idea central de tu tesis no puede ser respaldada por al menos tres fuentes serias, quizá debas replantearla.

 

3. Evitar adjetivos valorativos y generalizaciones

Frases como “es evidente”, “es indiscutible”, “todos saben que” o adjetivos como “excelente”, “pésimo”, “terrible” suelen ser indicadores de subjetividad. La ciencia no debe convencer con emoción, sino con evidencia.

👉 En lugar de decir: “La ley es injusta”, escribe: “Diversos sectores sociales han cuestionado la equidad de la ley (Pérez, 2021; Morales, 2022), especialmente por su impacto desproporcionado en comunidades vulnerables”.

 

4. Revisar el texto con mirada crítica

Una estrategia útil es releer el texto preguntándose: “¿Esto lo podría rebatir alguien con otra evidencia? ¿Estoy dejando hablar más a mi intuición que a mis fuentes?” También se puede pedir a un colega que revise el borrador sin saber qué opinas tú sobre el tema. Si puede identificar tu postura personal, probablemente el texto aún no es lo suficientemente objetivo.

 

El desafío emocional de escribir sin opinar

Ser objetivo no es sencillo, especialmente cuando investigamos temas que nos movilizan profundamente. Muchos estudiantes eligen sus temas de tesis por motivos personales: injusticias vividas, preguntas existenciales, vocaciones profesionales. Y eso está bien. Es más: esa conexión emocional puede ser la chispa que enciende una gran investigación.

Pero el desafío está en transformar esa emoción en método, en canalizar la pasión hacia el análisis riguroso. La objetividad no niega el sentimiento: lo disciplina. Como un río que gana fuerza al ser encauzado, nuestras ideas se vuelven más potentes cuando se expresan con precisión, y no con impulso.

 

Analogía: el microscopio del conocimiento

Imaginemos que escribir una tesis es como observar un fenómeno a través de un microscopio. La objetividad es ese lente que permite ver con claridad. Si ponemos nuestro ojo sin filtro, con prejuicios, con emociones, lo que veremos será borroso o distorsionado. El microscopio no elimina lo que sentimos: simplemente permite ver la realidad como es, y no como queremos que sea.

 

Conclusión: el poder transformador de la objetividad

Evitar las opiniones personales en los textos académicos no es una regla arbitraria ni una exigencia meramente formal. Es una condición ética e intelectual del saber. Al ser objetivos, honramos el conocimiento, respetamos a nuestros lectores y nos conectamos con una comunidad más amplia de investigadores que, como nosotros, buscan comprender el mundo desde la razón y la evidencia.

La objetividad no apaga la voz del autor: la afina. La convierte en un instrumento afinado, capaz de dialogar con otros, de ser tomado en serio, de generar impacto. Y eso, al final del día, es lo que toda tesis aspira a lograr.

 

Bibliografía consultada

·         Eco, U. (2001). Cómo se hace una tesis. Barcelona: Gedisa.

·         Van Dijk, T. A. (2016). Discurso y poder. Madrid: Gedisa.

·         Kahneman, D. (2011). Pensar rápido, pensar despacio. México: Debate.

·         González, M. (2022). Políticas de salud pública y gestión estatal en América Latina. Buenos Aires: CLACSO.

·         Ramírez, J. (2023). Indicadores sanitarios y gobernanza en sistemas descentralizados. Bogotá: Editorial Universidad Nacional.

·         Pérez, C. (2021). Derecho y desigualdad en América Latina. Santiago: Fondo de Cultura Económica.

·         Morales, A. (2022). Justicia social y políticas públicas: una revisión crítica. México D.F.: UNAM.

CÓMO MANEJAR PLAZOS

Estrategias para cumplir fechas de entrega 

Cumplir con los plazos en una tesis de grado no es solo una cuestión de organización: es una habilidad crítica que refleja compromiso, responsabilidad y madurez académica. Sin embargo, para muchos estudiantes, los plazos se convierten en una fuente de ansiedad constante. ¿Por qué ocurre esto? Porque detrás de cada fecha límite hay decisiones, hábitos y emociones que influyen en nuestra capacidad de avanzar. Este artículo propone estrategias prácticas y reflexivas para manejar los plazos de manera efectiva, con el objetivo de que el lector no solo aprenda a cumplir fechas, sino que comprenda el valor profundo de hacerlo.

 

1. Comprender el valor del plazo: más allá del reloj

Un plazo no es solo una fecha en el calendario. Es una herramienta de enfoque. Como señala Covey (1994), “lo importante rara vez es urgente, y lo urgente rara vez es importante”. En el contexto de una tesis, los plazos ayudan a priorizar lo importante antes de que se vuelva urgente. Cumplirlos no solo evita el estrés de último minuto, sino que permite una mejor calidad en el trabajo final.

Analogía útil: Imagina que estás construyendo una casa. Si no respetas los tiempos de secado del cemento, la estructura se debilita. Lo mismo ocurre con una tesis: cada etapa necesita su tiempo para consolidarse.

 

2. Diagnóstico inicial: ¿por qué no cumples los plazos?

Antes de aplicar estrategias, es fundamental identificar las causas del incumplimiento. Algunas comunes incluyen:

·         Procrastinación por perfeccionismo: El miedo a no hacerlo perfecto paraliza el avance.

·         Falta de planificación realista: Subestimar el tiempo necesario para tareas complejas.

·         Desconexión emocional con el tema: Cuando el tema no motiva, el compromiso disminuye.

Ejemplo real: Ana, estudiante de psicología, postergaba constantemente la redacción de su marco teórico. Al analizarlo, descubrió que no se sentía identificada con el enfoque que había elegido. Cambiarlo revitalizó su motivación y mejoró su productividad.

 

3. Planificación estratégica: dividir para conquistar

Una de las técnicas más efectivas es el método de planificación inversa. Consiste en partir de la fecha de entrega final y retroceder, asignando tiempos específicos para cada etapa.

Pasos clave:

1.   Desglosa la tesis en etapas: revisión bibliográfica, marco teórico, metodología, análisis, redacción final.

2.   Asigna fechas realistas a cada etapa.

3.   Incluye márgenes de contingencia.

Herramientas recomendadas: Trello, Notion o Google Calendar permiten visualizar el progreso y ajustar tiempos.

 

4. La regla del 80/20: prioriza lo que más impacta

El principio de Pareto indica que el 80% de los resultados proviene del 20% de las acciones. En una tesis, esto significa que no todas las tareas tienen el mismo peso. Identifica las actividades clave (por ejemplo, la revisión de fuentes primarias) y dales prioridad.

Consejo práctico: Dedica las primeras horas del día a las tareas más exigentes. La energía mental es un recurso limitado y debe usarse con inteligencia.

 

5. Técnicas de gestión del tiempo: del Pomodoro al time blocking

Técnica Pomodoro: Trabaja en bloques de 25 minutos con pausas de 5. Ideal para mantener la concentración sin agotarse.

Time blocking: Reserva bloques de tiempo en tu calendario para tareas específicas. Esto evita la multitarea y mejora el enfoque.

Ejemplo: Pedro, estudiante de ingeniería, reservaba dos horas diarias para su tesis, sin interrupciones. En un mes, completó el 60% del trabajo pendiente.

 

6. La revisión bibliográfica: cómo no ahogarse en un mar de fuentes

Uno de los mayores desafíos es seleccionar fuentes relevantes sin perderse en la sobreabundancia de información. Aquí, la estrategia es clave.

Pasos recomendados:

·         Define criterios claros de búsqueda: autores reconocidos, publicaciones recientes, revistas indexadas.

·         Utiliza bases de datos académicas: Scielo, Redalyc, Dialnet, Google Scholar.

·         Organiza las fuentes con gestores bibliográficos: Zotero o Mendeley.

Analogía: Buscar fuentes sin criterio es como llenar una mochila con piedras al azar antes de escalar una montaña. Solo lleva lo que realmente te ayudará a subir.

 

7. El poder de los microcompromisos

Comprometerse a escribir una página al día puede parecer poco, pero en 30 días tendrás un capítulo completo. Los microcompromisos reducen la resistencia mental y generan una sensación de logro constante.

Ejemplo emocional: Laura, estudiante de letras, se sentía abrumada por tener que escribir 80 páginas. Al dividirlo en metas diarias de 300 palabras, recuperó el control y la confianza.

 

8. Anticipar obstáculos: el arte de la prevención

No basta con planificar: hay que prever lo que puede salir mal. Enfermedades, bloqueos creativos, problemas técnicos… todo puede pasar.

Estrategia: Diseña un “plan B” para cada etapa crítica. Por ejemplo, tener una copia de seguridad automática en la nube o contar con un tutor alternativo en caso de ausencia del principal.

 

9. Apoyo emocional y redes de contención

Cumplir plazos no es solo una cuestión técnica, también es emocional. La soledad académica puede ser un gran obstáculo.

Recomendación: Rodéate de personas que te apoyen: compañeros de tesis, grupos de estudio, mentores. Compartir avances y dificultades reduce la carga emocional y aumenta la motivación.

 

10. Celebrar los avances: reforzar el hábito

Cada etapa cumplida merece un reconocimiento. Celebrar los logros, por pequeños que sean, refuerza el hábito de avanzar.

Ejemplo: Después de entregar su primer capítulo, Martín se regaló una tarde libre en su lugar favorito. Ese pequeño premio lo motivó a seguir con entusiasmo.

 

Conclusión

Manejar plazos en una tesis no es solo una habilidad académica: es una forma de autogestión que impacta en todas las áreas de la vida. Las estrategias aquí presentadas no son fórmulas mágicas, sino herramientas que, aplicadas con constancia y conciencia, pueden transformar el proceso de tesis en una experiencia de crecimiento personal y profesional.

 

Bibliografía consultada

·         Covey, S. (1994). Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Editorial Paidós.

·         González, M. (2018). Gestión del tiempo en entornos académicos. Universidad de Salamanca.

·         Pérez, L. (2020). Cómo escribir una tesis y no morir en el intento. Ediciones Académicas.

·         ClickUp. (2023). .

·         SimpliRoute. (2023). .

TÉCNICAS DE COHESIÓN

Conectar ideas entre párrafos fluidamente 

Imagina que estás construyendo un puente. No importa cuán fuertes sean las vigas individuales (tus ideas principales), si las uniones (las transiciones entre ellas) son débiles o inexistentes, el puente será inestable, difícil de transitar y, en última instancia, inútil. Lo mismo ocurre con tu tesis de grado. Cada párrafo puede contener una idea brillante, cada sección un análisis profundo, pero si no están conectadas de manera fluida, tu trabajo se sentirá fragmentado, confuso y agotador para el lector.

La cohesión textual es ese pegamento invisible que une tus ideas, permitiendo que tu argumento fluya sin tropiezos. Es el arte de tejer tus pensamientos de tal manera que el lector no solo entienda cada punto, sino que perciba la relación lógica entre ellos, siguiendo tu hilo argumental con facilidad y sin esfuerzo. Para un comité evaluador, una tesis coherente no solo es más agradable de leer; es la prueba irrefutable de un pensamiento estructurado y una argumentación sólida.

Como especialista en redacción académica, he visto a muchos estudiantes con investigaciones innovadoras tropezar porque su prosa se sentía como un conjunto de islas sin puentes. En este artículo, desentrañaremos las técnicas de cohesión que te permitirán conectar tus ideas entre párrafos con una fluidez impecable, transformando tu tesis de un rompecabezas a una narrativa convincente y armoniosa.

 

Por Qué la Cohesión Es Clave

Antes de sumergirnos en el "cómo", entendamos el "por qué". ¿Por qué es tan vital que tus párrafos se conecten fluidamente?

1.   Claridad Absoluta: Un texto cohesivo guía al lector, eliminando la ambigüedad y asegurando que tu mensaje se transmita con precisión. Evita que el lector tenga que "adivinar" las conexiones entre tus ideas.

2.   Credibilidad y Profesionalismo: Una escritura fluida es una marca de un trabajo bien pensado y cuidado. Muestra que tienes dominio no solo de tu tema, sino también de las convenciones de la escritura académica. Una tesis que salta de una idea a otra sin transiciones claras puede parecer desorganizada o, peor aún, que le falta rigor intelectual.

3.   Facilita la Comprensión y la Retención: Cuando las ideas se presentan de forma conectada, el cerebro las procesa más fácilmente. Es como escuchar una canción con una melodía continua, en lugar de una serie de notas aleatorias. Esto es crucial para un comité que revisa docenas de tesis. No querrás que la tuya sea la que les da dolor de cabeza.

4.   Impacto Persuasivo: Una tesis es, en esencia, un argumento. Y un argumento es más persuasivo cuando se presenta de forma lógica e ininterrumpida. La cohesión te permite construir tu caso paso a paso, llevando al lector (tu comité) a tus conclusiones de forma natural e ineludible.

Piensa en un buen conversador: sus ideas fluyen, sus frases se entrelazan y, sin darte cuenta, te ha llevado a través de una historia o un argumento complejo sin que te pierdas. Esa es la magia de la cohesión.

 

Técnicas Para Conectar Párrafos

Ahora, ¿cómo tejemos esa red de conexiones? Aquí te presento las técnicas más efectivas, con ejemplos y el "por qué" de cada una.

1. Repetición de Palabras Clave o Conceptos Centrales: El Eco Persistente

La repetición estratégica de una palabra clave o un concepto central a lo largo de párrafos adyacentes es una de las formas más simples y efectivas de crear cohesión. No se trata de repetir sin sentido, sino de recordar al lector cuál es el tema principal que se está desarrollando.

  • Cómo: Identifica la palabra o frase más importante de tu párrafo anterior y úsala al principio del siguiente, o en su primera oración, para establecer la conexión. Puedes usar sinónimos o frases relacionadas para variar y no sonar redundante.
  • Ejemplo Práctico:
    • Párrafo 1: "La inteligencia artificial ha revolucionado la industria manufacturera al optimizar los procesos de producción y reducir los costos operativos. Su implementación ha demostrado un aumento significativo en la eficiencia de las líneas de ensamblaje."
    • Párrafo 2: "Este avance de la inteligencia artificial, sin embargo, no está exento de desafíos. La necesidad de grandes volúmenes de datos de entrenamiento y la ética de su aplicación plantean nuevas preguntas para las empresas."
  • El Por Qué: Esta técnica actúa como un "eco" que resuena entre párrafos, recordando al lector el foco principal del argumento. Es como usar un faro para guiar un barco: cada destello reafirma la dirección. Para el comité, esto demuestra que tu argumento mantiene un foco claro y no se desvía. Evita que la mente del lector divague.

2. Pronombres y Sustitución: Los "Suplentes" Inteligentes

El uso de pronombres (él, ella, ello, esto, ese, aquellos, etc.) y la sustitución (usar una frase nominal que se refiera a algo mencionado antes) evita la repetición excesiva y mantiene la fluidez.

  • Cómo: Una vez que has presentado una idea o un sujeto, puedes referirte a él con un pronombre o una expresión equivalente en el párrafo siguiente.
  • Ejemplo Práctico:
    • Párrafo 1: "El cambio climático representa una amenaza existencial para la biodiversidad global, alterando ecosistemas y patrones migratorios de especies clave."
    • Párrafo 2: "Esta crisis ambiental exige una respuesta coordinada a nivel internacional, involucrando a gobiernos, industrias y comunidades científicas. Ello implica la implementación de políticas de reducción de emisiones y la inversión en energías renovables."
  • El Por Qué: Los pronombres y la sustitución son como "atajos lingüísticos". Permiten referirse a una idea sin tener que repetirla palabra por palabra. Muestran que el escritor tiene un control sofisticado sobre el lenguaje y puede mantener la atención del lector en el flujo de la información sin distracciones por repeticiones innecesarias.

3. Palabras y Frases de Transición: Los "Conectores Mágicos"

Estas son las herramientas más obvias y, a menudo, las más subutilizadas. Las palabras y frases de transición son como las señales de tráfico en una carretera: indican al lector la dirección del argumento, la relación lógica entre las ideas.

  • Cómo: Utiliza conectores para señalar adición (además, asimismo, también), contraste (sin embargo, no obstante, por otro lado), causa y efecto (por lo tanto, en consecuencia, debido a), secuencia (primero, luego, finalmente), ejemplo (por ejemplo, en particular), resumen (en resumen, en conclusión), etc.
  • Ejemplo Práctico:
    • Párrafo 1: "La digitalización de los procesos educativos ha permitido un acceso sin precedentes a la información y recursos de aprendizaje."
    • Párrafo 2: "Sin embargo, esta democratización del conocimiento también presenta desafíos, tales como la brecha digital y la necesidad de nuevas competencias para docentes y estudiantes."
  • El Por Qué: Los conectores son tus "puentes explícitos". Eliminan cualquier duda sobre la relación entre una idea y la siguiente. Para el comité, demuestran un pensamiento lógico y organizado. Cada conector es una señal que dice: "Mira, esta idea se relaciona así con la anterior". Esto facilita enormemente la lectura y la comprensión de un argumento complejo.

4. Referencia Anafórica y Catafórica: Apuntando hacia Atrás y Hacia Adelante

·         Anáfora: Se refiere a una palabra o frase que apunta hacia algo que ya se ha mencionado.

·         Catáfora: Se refiere a algo que se mencionará más adelante en el texto.

·         Cómo:

    • Anáfora: "Los datos masivos son cruciales para el desarrollo de la IA. Estos permiten entrenar modelos complejos y mejorar la precisión de los algoritmos." ("Estos" se refiere a "datos masivos")
    • Catáfora: "Consideremos lo siguiente: la necesidad de un marco ético robusto y la protección de la privacidad en el desarrollo de la IA. Ambos son pilares fundamentales para su aceptación social." ("Ambos" se refiere a la necesidad de un marco ético y la protección de la privacidad)

·         El Por Qué: Permiten una conexión elegante y compacta sin repetir la información. La anáfora es como un "recordatorio" de lo que ya dijiste, mientras que la catáfora crea expectación y prepara al lector para lo que viene. Demuestra un control avanzado sobre la estructura de la información y la sintaxis.

5. Estructura Paralela: El Ritmo de la Simetría

La estructura paralela implica el uso de patrones gramaticales o sintácticos similares para expresar ideas relacionadas. Esto crea un ritmo y una simetría que facilitan la comprensión y la conexión entre oraciones y párrafos.

  • Cómo: Si estás enumerando una serie de características, causas o efectos, intenta usar la misma estructura gramatical para cada punto.
  • Ejemplo Práctico:
    • "La inversión en I+D impulsa la innovación.
    • La formación continua del personal fortalece la competitividad.
    • La colaboración con universidades acelera el desarrollo tecnológico."
  • El Por Qué: El paralelismo es como una melodía recurrente en tu texto. Crea una sensación de orden y equilibrio, lo que facilita que el lector procese y compare las ideas. Para el comité, demuestra que tu pensamiento es sistemático y que puedes presentar información compleja de manera organizada y estéticamente agradable.

6. Preguntas y Respuestas: El Diálogo Invisible

Aunque es más común en textos didácticos, plantear una pregunta al final de un párrafo y responderla al inicio del siguiente puede ser una técnica de cohesión muy efectiva para guiar al lector a través de un argumento.

  • Cómo: Finaliza un párrafo con una pregunta retórica o una que anticipe el siguiente punto. Comienza el siguiente párrafo respondiendo directamente a esa pregunta.
  • Ejemplo Práctico:
    • Párrafo 1: "Los modelos predictivos han demostrado una eficacia notable en la detección temprana de enfermedades. Pero, ¿cómo podemos asegurar que estos modelos sean imparciales y no perpetúen sesgos existentes en los datos?"
    • Párrafo 2: "La imparcialidad de los modelos es una preocupación central. Para asegurar esto, es fundamental un riguroso preprocesamiento de los datos..."
  • El Por Qué: Crea un "diálogo" con el lector, haciéndolo sentir involucrado en el proceso de descubrimiento. Es una técnica persuasiva que anticipa las posibles dudas del lector o del comité y las aborda de inmediato, guiándolos a través de tu argumento como si fuera una conversación.

 

Tejiendo Tu Tesis

Dominar estas técnicas de cohesión no sucede de la noche a la mañana. Es un proceso que requiere práctica, paciencia y autocrítica.

  • Lee tu tesis en voz alta: Cuando leas tu texto en voz alta, notarás los puntos donde "choca" o donde las ideas no fluyen. Ahí es donde necesitas tus conectores.
  • Pide retroalimentación: Pide a un compañero o a tu director de tesis que lea una sección y te diga dónde se sintió perdido o dónde una idea no se conectaba con la anterior.
  • Revisa específicamente la cohesión: En lugar de buscar errores gramaticales, haz una pasada de revisión solo para la cohesión. Marca los párrafos que se sienten "sueltos".
  • Usa un mapa mental o un esquema detallado: Antes de escribir, organiza tus ideas visualmente. Esto te ayudará a ver las conexiones lógicas antes de plasmarlas en prosa. Es como tener el mapa de tu puente antes de poner la primera viga.

 

Sé que el proceso de tesis puede ser solitario y exigente. Puede que sientas que la cohesión es solo otra regla más que debes seguir. Pero permíteme decirte algo: la cohesión es tu aliada, no tu enemiga.

Imagina el orgullo que sentirás cuando entregues una tesis que no solo es un monumento a tu intelecto, sino también una obra de arte legible y cautivadora. Cuando tu comité, al leerla, asienta con la cabeza en lugar de fruncir el ceño, cuando su lectura sea un paseo agradable en lugar de una escalada agotadora, sabrás que has dominado el arte.

Cada vez que te sientes a revisar la fluidez de tus párrafos, piensa que estás puliendo una joya. Estás haciendo que tu trabajo sea más accesible, más convincente y, en última instancia, más poderoso. Estás respetando no solo a tus evaluadores, sino también a las futuras generaciones de estudiantes e investigadores que se beneficiarán de tu conocimiento. Tu tesis no es solo una evaluación; es tu contribución al saber humano. Y una contribución clara y bien conectada es una contribución que perdura.

En resumen, la cohesión es el hilo conductor que transforma un conjunto de ideas brillantes en una narrativa académica fluida y persuasiva. Al dominar estas técnicas, no solo mejorarás la calidad formal de tu tesis, sino que también fortalecerás tu capacidad de pensamiento lógico y comunicación efectiva, habilidades invaluables para tu futuro profesional. Que tu tesis no sea una colección de islas, sino un archipiélago conectado por puentes de conocimiento, invitando a todos a explorarlo con facilidad y deleite.

 

Bibliografía

1.    Calsamiglia, H., & Tusón, A. (2007). Las cosas del decir: Manual de análisis del discurso. Ariel.

2.    Crespo, R. (2014). Redacción de textos académicos: Guía práctica. Ediciones de la U.

3.    Montolío, E. (2000). Conectores discursivos en la escritura académica. Cuadernos de Lengua Española. Arco Libros.

4.    Sánchez Lobato, J. (coord.). (2007). Saber escribir. Instituto Cervantes / Aguilar.

5.    Cubo de Severino, L. (2015). Cómo escribir textos académicos: Aspectos claves para elaborar una tesis, un informe de investigación o un artículo científico. Editorial Octaedro.

6.    Camps, A., & Milian, M. (2018). La escritura de la investigación: Una guía para estudiantes y profesionales. Graó.

7.    Real Academia Española (RAE) y Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE). (2011). Nueva gramática de la lengua española. Manual. Espasa.

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