REDACCIÓN DE CONTRAPORTADAS

Información institucional y datos del autor

Cuando pensamos en una tesis de grado, la mente suele volcarse inmediatamente hacia el contenido académico: el marco teórico, la metodología, los resultados. Sin embargo, en los márgenes —casi como telón de fondo— hay elementos que no por parecer “formales” dejan de tener un valor crucial. Uno de ellos es la contraportada, ese espacio que, desde lo visual y lo estructural, cierra el trabajo, pero también proyecta información relevante sobre la identidad institucional y la autoría.

La contraportada puede parecer un detalle menor, pero en realidad, es una pieza clave en la arquitectura simbólica de la tesis. Se trata de un texto breve, pero cargado de significado. ¿Qué dice de nosotros como autores? ¿Qué transmite sobre la universidad que nos respalda? ¿Qué tan profesional se ve el documento que entregamos?

 

1. ¿Qué es la contraportada de una tesis?

La contraportada es una página que aparece al final del cuerpo impreso de una tesis (físicamente, al reverso de la tapa posterior), y cuya función principal es brindar información institucional y de identificación del autor. Es distinta de la portada (que abre el trabajo), aunque guarda relación en cuanto a su diseño y coherencia estética.

En términos prácticos, la contraportada no suele contener contenido académico, sino datos administrativos y de autoría, como:

  • Nombre completo del autor.
  • Número de matrícula o cédula de identidad.
  • Carrera y facultad.
  • Nombre completo del tutor o director de tesis.
  • Institución académica.
  • Año de presentación.

En algunos casos, dependiendo de los lineamientos de cada universidad, también puede incluir un breve resumen, logotipos institucionales, o incluso códigos de clasificación (como el CDU o el ISBN si se publica en bibliotecas digitales).

 

2. La dimensión simbólica de la contraportada: más que un trámite

Una historia breve: Clara, una estudiante de arquitectura, entregó su tesis tras años de esfuerzo. Su análisis urbano era impecable. Pero al presentar su trabajo encuadernado, el jurado notó que la contraportada estaba incompleta, mal alineada y sin datos institucionales. No se trataba de un error técnico, sino simbólico: el trabajo carecía de ese cierre formal que da identidad y legitimidad académica al proyecto.

Este ejemplo, aunque cotidiano, nos permite reflexionar: la contraportada no es solo un anexo, sino la firma institucional y personal de nuestro esfuerzo. Descuidarla es como asistir a una ceremonia importante sin terminar de vestirnos.

 

3. Contenido obligatorio de la contraportada: qué debe incluir

Aunque las normas pueden variar según la institución, existe un consenso académico sobre los elementos que deben incluirse. La siguiente tabla resume los contenidos recomendados y su justificación:

 

Elemento

Función

Nombre del autor

Identifica quién escribió el trabajo. Fundamental para su validación.

Título de la tesis

Reitera el objeto del documento. Útil si se pierde la portada.

Carrera y facultad

Sitúa el trabajo dentro de un programa académico específico.

Nombre del tutor o asesor

Reconoce la figura de acompañamiento académico.

Nombre de la institución

Da respaldo y credibilidad formal al documento.

Ciudad y año

Contextualiza el trabajo en el tiempo y espacio.

A estos elementos se pueden sumar otros según lo establecido por la normativa institucional:

  • Logotipo oficial de la universidad.
  • Código de identificación (registro, biblioteca, etc.).
  • Dirección electrónica del repositorio institucional.

 

4. Información institucional: marca y legitimación

En la contraportada, la información institucional funciona como un sello de autenticidad. Es el aval que legitima la producción de conocimiento. Incluir adecuadamente:

  • El nombre completo de la universidad, sin abreviaturas innecesarias.
  • La facultad o escuela, especificando el departamento o área de conocimiento.
  • El logotipo institucional, en alta calidad, alineado con el diseño corporativo.

No respetar estas directrices puede parecer una infracción menor, pero tiene implicancias mayores: afecta la percepción de formalidad, dificulta la clasificación documental y puede incluso invalidar la presentación oficial del trabajo.

Analogía útil: Piensa en la contraportada como el pasaporte de tu tesis. Tiene que decir exactamente de dónde viene y quién la autoriza.

 

5. Datos del autor: identidad, responsabilidad y proyección

Además del marco institucional, la contraportada debe mostrar con claridad quién es la persona detrás del trabajo. Esta sección transmite:

  • Identidad legal: nombre completo, sin apodos ni abreviaciones.
  • Número de identificación: matrícula universitaria o documento nacional.
  • Correo electrónico institucional (si se requiere): facilita contacto futuro.
  • Firma (en algunos modelos): da un carácter de declaración jurada.

Este punto no solo identifica, sino que refuerza la responsabilidad del autor sobre lo escrito. Es una forma de asumir la autoría y, a su vez, de permitir que ese trabajo pueda ser ubicado, citado y utilizado por otros.

 

6. Aspectos de formato: coherencia visual y profesionalismo

La redacción de la contraportada también implica decisiones de diseño que deben mantener la coherencia con el resto del documento:

  • Tipografía: usar la misma fuente que en el cuerpo de la tesis (generalmente Times New Roman o Arial, tamaño 12).
  • Alineación: centrada o justificada, según la norma de presentación.
  • Márgenes y espaciado: respetar el formato exigido por la universidad.
  • Lenguaje claro y objetivo: evitar adornos literarios o frases redundantes.

Un detalle que parece técnico, pero es fundamental: la contraportada debe imprimirse por separado de la portada y colocarse correctamente en la encuadernación final, sin errores de orientación ni impresión a doble cara, salvo que la norma lo indique.

 

7. Ejemplo práctico de contraportada

A continuación, un ejemplo adaptado al modelo estándar universitario:

 

Universidad Nacional de Ciencias Sociales

Facultad de Educación y Humanidades

Licenciatura en Ciencias de la Educación

“La motivación como herramienta didáctica en el nivel secundario”

Tesis de grado presentada por:

María Florencia Paredes Gómez

Cédula de identidad: 4.567.123

Correo institucional: mparedes@uncs.edu.ar

Directora de tesis: Dra. Laura Ortega Muñoz

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2025

 

Este ejemplo ofrece una guía visual que puede adaptarse según cada universidad. Lo importante es mantener la claridad, precisión y sobriedad.

 

8. ¿Por qué cuidar este detalle?

Podríamos preguntarnos: ¿por qué tanto esfuerzo en una página que muchos no leerán?

La respuesta es simple: porque todo comunica. En el ámbito académico, cada componente de una tesis habla de quiénes somos, cómo trabajamos, y cuánto respetamos los estándares del conocimiento científico.

Cuidar la contraportada es un acto de respeto profesional hacia quienes nos leen, hacia quienes nos formaron y, sobre todo, hacia nosotros mismos.

 

9. Recomendaciones finales

  • Consulta la normativa oficial de tu universidad: muchas instituciones publican guías de presentación de tesis con ejemplos explícitos.
  • Pide una revisión externa: a veces, otros ojos detectan detalles que pasamos por alto.
  • Valida cada dato: un error tipográfico en tu nombre o el del tutor puede generar problemas legales o administrativos.
  • Haz pruebas de impresión: asegúrate de que el diseño se ve bien en papel.

 

Conclusión

La contraportada es, en apariencia, un detalle menor. Pero como ocurre con muchos elementos simbólicos, lo pequeño puede tener un impacto enorme. Redactarla correctamente no solo es un requisito formal, sino una oportunidad: la de mostrar profesionalismo, de cerrar con dignidad un proceso largo y exigente, y de dejar en claro que cada parte del trabajo fue hecha con responsabilidad y conciencia.

En definitiva, redactar una buena contraportada no es un acto mecánico, sino el cierre respetuoso de una historia que costó tiempo, estudio y dedicación. No la subestimes.

 

Bibliografía consultada

  • Bernal, C. A. (2010). Metodología de la investigación. Pearson Educación.
  • Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, P. (2014). Metodología de la investigación (6.ª ed.). McGraw-Hill.
  • Eco, U. (2003). Cómo se hace una tesis: Técnicas y procedimientos de estudio, investigación y escritura. Gedisa.
  • Martínez, M. (2011). Normas de presentación de trabajos académicos. Universidad Nacional Autónoma de México.
  • Pérez Serrano, G. (2006). El proceso de investigación científica. Editorial Ariel.

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