ERRORES COMUNES EN TESIS

 Un análisis práctico para tu investigación académica

Escribir una tesis de grado es como construir una casa: requiere un plano claro, materiales sólidos y una ejecución cuidadosa. Sin embargo, muchos estudiantes tropiezan en el camino, no por falta de esfuerzo, sino por errores comunes que podrían evitarse con la orientación adecuada. Entre los más frecuentes están la falta de claridad, los objetivos vagos y el plagio. Estos no son simples descuidos; son fallas que pueden debilitar los cimientos de tu trabajo y, en el peor de los casos, derrumbarlo por completo. Pero no te preocupes: este artículo te guiará paso a paso para entender por qué ocurren, cómo afectan tu investigación y, sobre todo, cómo superarlos con éxito.

Imagina que estás explicándole tu tesis a un amigo en una cafetería. Si no puedes hacerlo de manera clara y convincente, si tus ideas se enredan o si tu amigo sospecha que estás repitiendo algo que escuchaste en otro lado sin darle crédito, habrás perdido la oportunidad de brillar. Lo mismo pasa con tu tesis: los examinadores y lectores necesitan entenderla, creer en ella y confiar en tu integridad. Vamos a desglosar estos tres errores, con ejemplos prácticos y reflexiones que te ayudarán a evitarlos, porque tu tesis no es solo un requisito académico; es una carta de presentación al mundo de lo que eres capaz.

1. Falta de claridad: Cuando las ideas se pierden en la niebla

La claridad es el alma de cualquier escrito académico. Sin ella, tu tesis se convierte en un laberinto donde el lector se pierde, frustrado, sin encontrar la salida. La falta de claridad puede manifestarse de muchas formas: frases confusas, argumentos desordenados, términos mal definidos o una estructura que no guía al lector hacia una conclusión lógica. En una tesis, esto es especialmente grave porque tu objetivo es demostrar conocimiento y capacidad de análisis, no generar más preguntas que respuestas.

¿Por qué ocurre?

A menudo, la falta de claridad surge porque el autor no tiene claro qué quiere decir. Puede sonar obvio, pero es una trampa común. Si no comprendes bien tu propio tema o no has organizado tus ideas antes de escribir, el resultado será un texto difuso. También puede deberse a un lenguaje excesivamente técnico o abstracto, usado para "sonar académico", pero que termina alejando al lector en lugar de invitarlo a entrar.

Un ejemplo práctico

Supongamos que estás escribiendo una tesis sobre el impacto del cambio climático en la agricultura local. Si tu introducción dice: "El cambio climático afecta diversas dinámicas en el sector agrario con implicaciones multifacéticas", el lector se quedará preguntándose: "¿Qué dinámicas? ¿Qué implicaciones?". En cambio, podrías escribir: "El cambio climático está reduciendo la producción de maíz en mi región porque las lluvias son más escasas y las temperaturas más altas dificultan el crecimiento de las plantas". Este segundo enfoque es claro, concreto y prepara el terreno para lo que viene.

El "por qué" detrás de la claridad

Piensa en tu tesis como un puente entre tu mente y la del lector. Si el puente está roto o cubierto de niebla, nadie cruzará al otro lado. La claridad no solo facilita la comprensión; también muestra respeto por quien te lee y confianza en tus propias ideas. Un texto claro dice: "Sé de qué estoy hablando y quiero que tú también lo sepas".

Cómo evitarlo

  • Antes de escribir, haz un esquema detallado. Pregúntate: "¿Qué quiero que el lector entienda al final de cada sección?".
  • Define tus términos clave desde el principio. Si hablas de "sostenibilidad", por ejemplo, explica qué significa en tu contexto.
  • Lee tu texto en voz alta o pásalo a un amigo. Si suena confuso, reescríbelo hasta que fluya.

2. Objetivos vagos: El mapa sin destino

Los objetivos de una tesis son como el GPS de un viaje: te dicen a dónde vas y cómo llegarás ahí. Si son vagos o imprecisos, tu investigación perderá rumbo, y tanto tú como tus lectores terminarán dando vueltas sin saber por qué. Un objetivo vago es aquel que no especifica qué pretendes lograr, cómo lo harás o por qué es importante. Por ejemplo, "Analizar el impacto de la tecnología" no dice nada concreto. ¿Qué tecnología? ¿Qué impacto? ¿En quién o en qué?

¿Por qué ocurre?

Muchas veces, los objetivos vagos reflejan una falta de enfoque en la investigación. Puede que el estudiante quiera abarcar demasiado o que aún no haya delimitado su tema. También puede ser un intento de mantenerse "flexible", pero en la práctica, esto solo genera confusión. Sin objetivos claros, tu tesis se convierte en una colección de ideas sueltas en lugar de un argumento coherente.

Un ejemplo práctico

Imagina una tesis sobre educación. Un objetivo vago sería: "Explorar cómo las redes sociales afectan el aprendizaje". ¿Qué redes? ¿Qué tipo de aprendizaje? ¿En qué población? Un objetivo claro sería: "Evaluar cómo el uso de Instagram por estudiantes de secundaria en zonas rurales influye en su comprensión lectora durante el año escolar 2024". Este segundo ejemplo delimita el alcance y da dirección al trabajo.

El "por qué" detrás de los objetivos claros

Tus objetivos son la promesa que le haces al lector: "Esto es lo que voy a demostrarte". Si no cumples esa promesa porque ni siquiera tú sabes qué querías decir, el lector se sentirá engañado. Además, objetivos precisos te ayudan a ti mismo a mantener el foco y a medir si tu investigación tuvo éxito. Sin ellos, es como correr una maratón sin línea de meta.

Cómo evitarlo

  • Usa verbos específicos: "analizar", "comparar", "evaluar", en lugar de "explorar" o "estudiar".
  • Delimita tiempo, lugar y población. Por ejemplo: "Determinar los efectos del teletrabajo en la productividad de empleados de oficinas en Lima entre 2022 y 2023".
  • Revisa que tus objetivos sean alcanzables con los recursos y el tiempo que tienes.

3. Plagio: El atajo que te hunde

El plagio es, sin duda, el error más grave en una tesis. No se trata solo de copiar textualmente sin dar crédito; también incluye parafrasear sin citar la fuente o presentar ideas ajenas como propias. En un mundo donde la información está al alcance de un clic, la tentación es grande, pero las consecuencias son devastadoras: desde la reprobación hasta el daño irreversible a tu reputación.

¿Por qué ocurre?

El plagio puede ser intencional (un acto de pereza o desesperación) o accidental (por no entender cómo citar correctamente). A veces, los estudiantes subestiman la importancia de la originalidad o creen que "reescribir" unas líneas es suficiente. Pero incluso un plagio no intencional sigue siendo plagio, y los sistemas de detección actuales, como Turnitin, no perdonan.

Un ejemplo práctico

Digamos que encuentras un artículo que dice: "La contaminación del agua afecta gravemente la salud de las comunidades rurales porque introduce toxinas en los cultivos". Si escribes en tu tesis: "La polución hídrica daña la salud en zonas rurales al contaminar los cultivos con sustancias tóxicas", sin citar la fuente, estás plagiando. En cambio, podrías decir: "Como señala Pérez (2020), la contaminación del agua impacta la salud rural al introducir toxinas en los cultivos, un fenómeno que observé en mi estudio de campo en X región".

El "por qué" detrás de evitar el plagio

Tu tesis es tu voz, tu contribución al conocimiento. Copiar es como pedirle a alguien más que hable por ti: pierdes tu identidad y tu credibilidad. Además, citar correctamente no solo te protege; también muestra que has investigado a fondo y que respetas el trabajo de otros. Es un acto de honestidad que te hace crecer como académico y como persona.

Cómo evitarlo

  • Toma notas claras cuando investigues, separando tus ideas de las de otros.
  • Aprende las normas de citación (APA, MLA, etc.) y aplícalas rigurosamente.
  • Usa tus propias palabras y, si citas, da crédito siempre. Si no estás seguro, consulta a tu tutor o usa un detector de plagio antes de entregar.

Reflexión final: Tu tesis, tu legado

Escribir una tesis es un desafío, pero también una oportunidad única para mostrar quién eres y qué puedes aportar. La falta de claridad, los objetivos vagos y el plagio no son solo errores técnicos; son obstáculos que te impiden brillar. Al superarlos, no solo salvas tu trabajo, sino que construyes algo de lo que puedes estar orgulloso: un texto claro, con propósito y auténtico.

Piensa en esto como un viaje personal. Cada vez que defines un objetivo preciso, ordenas tus ideas o das crédito a quien lo merece, estás fortaleciendo no solo tu tesis, sino también tu carácter. Y al final, cuando entregues ese documento y veas los frutos de tu esfuerzo, sabrás que valió la pena. Porque una tesis no es solo un requisito; es una historia que cuenta tu dedicación, tu lucha y tu triunfo.

Bibliografía consultada

1.   Eco, U. (2013). Cómo se hace una tesis: Técnicas y procedimientos para el estudio y la escritura. Barcelona: Gedisa.

2.   Martínez, M. (2018). Metodología de la investigación científica: Guía práctica para estudiantes. México: Trillas.

3.   Pérez Porto, J., & Gardey, A. (2020). Manual de redacción académica. Buenos Aires: Ediciones Académicas.

4.   Sierra Bravo, R. (2015). Técnicas de investigación social: Teoría y ejercicios. Madrid: Paraninfo.

5.   Turabian, K. L. (2019). Manual para escritores de trabajos de investigación. Traducción al español por M. Rodríguez. Madrid: Universidad de Chicago Press.

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